Sería difícil imaginar a un grupo de inadaptados más oscuro y variado que el de los personajes interpretados con convincente aplomo por los seis nominados al Emmy al mejor actor principal en una serie dramática, cuatro de ellas de la televisión por cable.
Quizás el más deslumbrante es Michael C. Hall, nominado por su papel como un investigador forense en día, que tiene propensión a asesinar a sus sospechosos durante la noche en la serie "Dexter."
Hall obtuvo un reconocimiento en el 2002 por interpretar al hijo homosexual que dirige la funeraria de su familia en la finalizada serie "Six Feet Under." Pero muchos críticos se quejaron el año pasado, cuando no fue considerado por su escalofriante papel como Dexter Morgan.
Este año, los votantes del Emmy no perdieron tiempo para reconocer el trabajo de Bryan Cranston en "Breaking Bad," de AMC, como un profesor de química de una secundaria que sufre de una enfermedad terminal y que decide elaborar metanfetaminas para ganar dinero.
Cranston es más conocido como el torpe padre de la comedia familiar de Fox "Malcolm in the Middle."
AMC consiguió el jueves una segunda nominación al mejor actor con Jon Hamm, quien en "Mad Men" encarna a un ejecutivo de publicidad que fuma en exceso y cuyo personaje oculta un pasado oscuro.
"Esas fueron sorpresas muy agradables," dijo el crítico de TV Guide Matt Roush. "Aquí tienes a estos antihéroes con una complejidad mucho mayor en sus personajes que los tradicionales personajes principales. Así que ellos tuvieron un gran material y es refrescante que los Emmy lo reconozcan," agregó.
La lista continúa con el actor irlandés Gabriel Byrne, nominado por interpretar a un psiquiatra obsesivo tan aproblemado como sus pacientes en la serie "In Treatment" de HBO, y al actor inglés Hugh Laurie como el gruñón médico adicto al vicodin del drama "House" de la cadena Fox.
Al final de la lista de nominados a mejor actor en una serie dramática aparece James Spader, quien ha ganado el premio tres veces y encarna al abogado Alan Shore, quien enfrenta diversos desafíos éticos en "Boston Legal" de la cadena ABC.
Este no es el primer año en que la Academia de Ciencias y Artes de la Televisión muestra cariño por actores que interpretan a personajes de moral corrupta o con daños emocionales.
Dennis Franz ganó tres Emmy como el atormentado detective Andy Sipowicz de "NYPD Blye" durante la década de 1990 y Michael Chiklis fue elegido mejor actor en un drama en el 2002 por interpretar a un policía rebelde en "The Shield" de FX.
Pero James Gandolfini revolucionó el Emmy al ganar tres premios y conseguir otras tres nominaciones como el jefe de la mafia de Nueva Jersey durante las seis temporadas de la serie "The Sopranos" de HBO.