Miyazaki, cuyas cintas El viaje de Chihiro, El castillo ambulante y La princesa Mononoke, son algunas de las cintas japonesas mejor recibidas en occidente, se basó en un cuento del danés Hans Christian Andersen, La sirenita, y en el relato tradicional nipón Urashima Taro, para el filme, que narra la historia de Ponyo, un carpin dorado –un pez– que desea desesperadamente ser humano y que para conseguir su objetivo, se hace amigo de un niño de cinco años, Sosuke.
Ponyo on a cliff by the sea se estrena hoy en Japón y para su distribución en Estados Unidos, tendrá el apoyo del estudio Disney y de los conocidos productores Frank Marshall y Kathleen Kennedy, responsables de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
Cada nuevo estreno de Miyazaki es seguido por una gran expectación por sus fans y amantes de la animación. De hecho, durante una visita de los reyes de Suecia a Japón, el año pasado, el propio Miyazaki le mostró a la Reina Silvia un avance del filme. Studio Ghibli, la factoría animada creada por Miyazaki, ha sido responsable de los más grandes éxitos del cine animado japonés, la que ha sido una las penetraciones culturales más fuertes de la cultura japonesa en occidente.
El animador, de 67 años, comenzó como colaborador en las legendarias series Heidi y Marco, para el estudio Zuiyô Enterprise, que más tarde se convertiría en Nippon Animation, en la década del setenta. En 1978 dirigió su primera serie, Conan el niño del futuro, y un año después, debutó en el largometraje con El castillo de Cagliostro. El Studio Ghibli lo fundó en 1985, con el que era su mentor, Isao Takahata. Miyazaki ganó un Oscar en el 2002 por El viaje de Chihiro