Pocas series como la exitosa House son capaces de arriesgar tanto a la hora de mantener atrapados a sus espectadores. Es que, en el último final de temporada, la serie sobre el brillante pero insoportable galeno que compone el británico Hugh Laurie despidió a la mitad de su elenco cuando sus tres aprendices decidieron abandonarlo, cansados de su flexible ética profesional y sus eternos maltratos. En realidad, Foreman (Omar Epps) renunció; el rubio Chase (Jesse Spencer) fue despedido y la doctora Cameron (Jennifer Morrison) abandonó su puesto en solidaridad con los dos primeros. House, por supuesto, ni se inmutó ¿O sí?
En el debut de su cuarta temporada -que Universal estrena esta noche, el médico deberá resolver un caso estrambótico, para variar: acertar el diagnóstico de una paciente que sólo puede comunicarse con parpadeos, mientras decide solucionar su falta de subalternos a los que torturar organizando una suerte de competencia a muerte entre los candidatos