15 marzo 2009

Pedro Almodóvar y "Los abrazos rotos": "Esta película es mi declaración de amor al cine"

Para llenar una inmensa sala de cine, en ocasiones sólo basta con un hombre. Ése es Pedro Almodóvar, en un complejo cinematográfico de las afueras de la capital española, donde presentó su última película, "Los abrazos rotos". Es su cinta número 17 y la más larga, ambiciosa y cara (12 millones de euros). Sentado mirando al público y junto a su elenco, enfrentó a más de 300 reporteros del mundo. Durante 75 minutos lució su carácter desenfadado y mordaz.

"Pobrecita la periodista, hace una hora que está con la mano levantada para preguntar, se va a quedar como la estatua de la Libertad, ponedle una antorcha", bromeó, en una de sus tantas bufonadas. Durante un buen rato asumió el rol de entrevistador de sus compañeros: "¿Te costó trabajo desear a Penélope en tu papel de la película?", le consultó con ironía al actor español José Luis Gómez, que interpreta a un millonario de origen chileno enloquecido de amor por la joven Lena. Hasta se rió de Madonna: "Vino de gira en 1990 y nos grabó para su peli, la muy choricilla, y estaba todo el rato pidiéndome el teléfono de Antonio Banderas porque se lo quería tirar y nunca se lo di".

La propia Penélope Cruz, con su voz de niña dormilona, lo miraba como a un Dios. Pero también hubo momento para lo serio: "Es cierto que mis películas están adquiriendo mayor gravedad con el paso del tiempo", dijo sobre el intenso drama que presenta en "Los abrazos rotos", una historia dominada por la tristeza y la mala suerte. "A principio de los 80 yo llevaba una vida muy divertida, muy coral, siempre rodeado de gente, y eso se traducía en mis películas. Y en este nuevo siglo mi vida es mucho más de interiores. Además pesa el hecho de que me estoy convirtiendo en una persona mayor". Mientras él hablaba, seis guardias lo resguardaban a él y al resto de estrellas.

Víctima de migrañas horrorosas que le impiden exponerse a la luz, y sordo del oído derecho, Almodóvar cuenta: "En la nueva película hay varias historias de amor cruzadas, todas ellas muy intensas". "Pero también hay una historia de amor que subyace en toda la película: es mi historia de amor con el cine. 'Los abrazos rotos' es mi declaración de amor al cine, por eso hay tantas referencias a tantas películas".

Justamente la pasión que le produce dirigir es la que le hace soportar el peso de la fama -"ser famoso es de las peores cosas que te pueden ocurrir"- y proyectarse con una cámara hasta el final de sus días: "Yo me veo a mí mismo como John Huston: en silla de ruedas, con un catéter, dirigiendo películas. Son los momentos en que más vivo me siento".

ð El filme

Almodóvar rodó este filme durante 15 semanas de 2008 en Lanzarote y Madrid. Cuenta la historia de Lena (Penélope Cruz), una mujer con sueños de juventud de convertirse en actriz y a quien la vida ha tratado mal.

Õ Penélope: "Soy muy consciente del privilegio de trabajar con Pedro"

"Acabo de llegar esta noche, y por supuesto que el Oscar se ha venido conmigo, a España, y aquí se quedará". Penélope Cruz no había visitado su país después de que el 22 de febrero le dieron el Oscar por su papel en "Vicky, Cristina y Barcelona", de Woody Allen. Y por eso incluso Almodóvar le preguntó sobre la idolatrada estatuilla: "¿Y no te han llamado los amigos para que se lo presentes? Porque con mi primer Oscar tuve la sensación de haber tenido un niño. La gente llamaba para verle, como si fuera un ser vivo", le dijo el director a Pe. "Sí, sí", respondió ella, "y lo gracioso es lo del aeropuerto, cuando hay que pasar el control y ven que llevas algo rarísimo en la maleta: 'No, es que llevo un Oscar'. Es bastante curioso".

Cruz interpreta a Lena en "Los abrazos rotos", quizás el papel más maduro de su carrera. "Ha sido un rodaje intenso. No fue un personaje fácil para mí, porque es muy diferente a lo que yo soy como mujer y a todo lo que he hecho antes", dice la actriz. "Pero soy muy consciente del privilegio de trabajar con Pedro por cuarta vez. Si me dijeran que sólo puedo trabajar con un director toda la vida, lo tengo clarísimo: sería con él".