Madeleine (Embeth Davidtz), una marchante de arte independiente de origen británico, recientemente casada, emprende un viaje de Chicago a Carolina del Norte para contratar a un excéntrico pintor local para su galería. George (Alessandro Nivola), su joven marido natural de Pfafftown (Carolina del Norte), decide acompañarla para presentársela a su peculiar familia formada por: Peg (Celia Weston) su irritable madre; su taciturno padre Eugene (Scott Wilson); su hermano pequeño Johnny (Ben McKenzie) a quien siempre ha eclipsado y a Ashley (Amy Adams), su embarazada cuñada.
Ashley será la única que acepte a Madeleine de inmediato, tratándola como si de su hermana se tratara. El resto de la familia, bastante menos receptiva, no se lo pondrá nada fácil. George, lejos de ayudarla, vuelve a su antigua rutina: pasar el tiempo solo, por lo que Madeleine se verá obligada a repartir todo su tiempo entre su cuñada y las negociaciones con el pintor. El parto de Ashley, y las prioridades de cada uno de los miembros de esta familia, incluida Madeleine, romperán el equilibrio del hasta entonces tranquilo hogar