La suerte de los candidatos a los Oscar quedó echada el martes cuando los más de 5.000 miembros de la Academia depositen los votos que determinarán si el 'western' de los vaqueros homosexuales de 'Brokeback Mountain' se lleva los mejores premios el domingo.
Los 5.798 miembros de la Academia depositaron sus votos el martes antes de las 17H00 locales (miércoles 01H00 GMT), después de poco menos de tres semanas paseándose por distintas salas para decidir sus elecciones.
"Ningún voto que se reciba después de las 17H00 en Los Ángeles será considerado o contabilizado para los Oscar", indicó el portavoz de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas John Pavlik, en los últimos minutos de la hora límite del martes cuando algunos electores se apuraban para depositar sus sobres con sus favoritos para la 78 entrega de los Oscar.
Sólo dos personas sabrán si el romance de 'Brokeback Mountain', favorito por ser el más nominado y por los propios espectadores que hacen apuestas en estas horas, se llevará el domingo las estatuillas: los auditores de PricewaterhouseCoopers, Brad Oltmanns and Rick Rosas.
Ambos supervisarán la tabulación de los votos de los miembros de Academia -todos ellos estrellas de cine, actores, directores, productores u otros profesionales de cine, en su mayoría ganadores del premio- y pondrán los nombres de los nuevos elegidos en los sobres que se abrirán tras la célebre frase: "El ganador es...".
Los auditores dirigen un equipo de seis personas que se esconderán en un lugar secreto para sumar minuciosamente los votos que marcan el destino de éxito o ruina de las carreras de un montón de profesionales del espectáculo en Hollywood.
Este año invitaron como miembros con derecho de votación a figuras como el director español Alejandro Amenábar, ganador del Oscar con 'Mar Adentro'; el actor ganador de un Oscar por su interpretación de Ray Charles en 2005, Jamie Foxx, la reconocida actriz británica Charlotte Rampling, el actor francés Jean Reno, además de los fundadores de Apple y Microsoft, Steve Jobs y Paul Allen, respectivamente.
A menos de cinco días del evento en el Teatro Kodak de Hollywood, los nominados empiezan a cruzar los dedos y contener el aliento mientras el común de los mortales que se interesa por esta competencia del espectáculo da rienda suelta a todo tipo de apuestas y especulaciones
Los 5.798 miembros de la Academia depositaron sus votos el martes antes de las 17H00 locales (miércoles 01H00 GMT), después de poco menos de tres semanas paseándose por distintas salas para decidir sus elecciones.
"Ningún voto que se reciba después de las 17H00 en Los Ángeles será considerado o contabilizado para los Oscar", indicó el portavoz de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas John Pavlik, en los últimos minutos de la hora límite del martes cuando algunos electores se apuraban para depositar sus sobres con sus favoritos para la 78 entrega de los Oscar.
Sólo dos personas sabrán si el romance de 'Brokeback Mountain', favorito por ser el más nominado y por los propios espectadores que hacen apuestas en estas horas, se llevará el domingo las estatuillas: los auditores de PricewaterhouseCoopers, Brad Oltmanns and Rick Rosas.
Ambos supervisarán la tabulación de los votos de los miembros de Academia -todos ellos estrellas de cine, actores, directores, productores u otros profesionales de cine, en su mayoría ganadores del premio- y pondrán los nombres de los nuevos elegidos en los sobres que se abrirán tras la célebre frase: "El ganador es...".
Los auditores dirigen un equipo de seis personas que se esconderán en un lugar secreto para sumar minuciosamente los votos que marcan el destino de éxito o ruina de las carreras de un montón de profesionales del espectáculo en Hollywood.
Este año invitaron como miembros con derecho de votación a figuras como el director español Alejandro Amenábar, ganador del Oscar con 'Mar Adentro'; el actor ganador de un Oscar por su interpretación de Ray Charles en 2005, Jamie Foxx, la reconocida actriz británica Charlotte Rampling, el actor francés Jean Reno, además de los fundadores de Apple y Microsoft, Steve Jobs y Paul Allen, respectivamente.
A menos de cinco días del evento en el Teatro Kodak de Hollywood, los nominados empiezan a cruzar los dedos y contener el aliento mientras el común de los mortales que se interesa por esta competencia del espectáculo da rienda suelta a todo tipo de apuestas y especulaciones