Dicho fenómeno tuvo su preámbulo en 2003, cuando Diane Keaton se puso a las órdenes de la directora Nancy Meyers para convertirse en el objeto de deseo de Jack Nicholson en Alguien tiene que ceder. Y ahora es la misma Meyers la que vuelve a la receta con Enamorándome de mi ex, comedia protagonizada por Meryl Streep que debutó este fin de semana en EE.UU. - y que muestra cómo Jane (Streep) descubre que su ex marido (Alec Baldwin), quien está casado con una mujer mucho más joven, ha vuelto a poner sus ojos en ella.
"Es increíble, ya tengo 60 años y estoy interpretando el rol principal en una comedia romántica. Bette Davis debe estar revolcándose en su tumba, ya que ella tenía sólo 42 cuando hizo La malvada", comentó en una entrevista reciente Streep, ante la experiencia que la tiene postulando a un Globo de Oro.
Una sensación que también debe tener Sigourney Weaver, quien tras años relegada a papeles secundarios, en cintas como La aldea o Justo en la mira, ahora ha vuelto a ponerse de moda con Avatar y contempla para 2011 unirse al fenómeno: en Cedars Rapids interpretará a una profesora que inicia una relación con un ex alumno.
La lista suma y sigue con Ashes to ashes, filme escrito, dirigido y protagonizado por Goldie Hawn, quien tras años de haber presentado su proyecto a los grandes estudios de Hollywood, consiguió apoyó a su largometraje que mezcla, como era de esperar, amor y humor. En la cinta, ella es una mujer que debe viajar a la india para cumplir con el deseo de su ex esposo de lanzar sus cenizas en Katmandú. Un viaje que la enfrentará a una serie de experiencias que cambiarán su vida. Completa la lista quien dio inicio al fenómeno: Diane Keaton, quien en la comedia One big happy nuevamente será el objeto amoroso de Steve Martin, su coestrella en El padre de la novia 1 y 2.