Qué iría a buscar una belleza como la que porta Catherine Deneuve al consultorio de cirugía plástica de McNamara-Troy? ¿Acaso un rejuvenecimiento llevó Diana Lubey a ver a los cirujanos más reputados de Miami? La incógnita será revelada esta noche, a las 22, por Fox, en un nuevo episodio (el número 12) de la cuarta temporada de la serie Nip Tuck.
Algo, sin embargo, se puede adelantar. Después del salto al futuro (al 2026) que planteó esta ficción la semana pasada, llega otra sorpresa de la mano de la máxima diva del cine francés. Ella interpretará a la viuda de un cirujano plástico, quien llega a la clínica con un extraño pedido: ser sometida a un implante de siliconas en el busto... pero no cualquier implante. Dentro de las prótesis de siliconas deberán estar las cenizas del marido. La mujer asegura que así sentirá al difunto siempre cerca y logrará mitigar la pena. Pese a la singularidad del pedido, en un principio Sean McNamara (Dylan Walsh), sensibilizado por su reciente separación, se enternece por lo que considera una demostración de amor, y accede, involucrándose en un verdadero acercamiento con la futura paciente. Su socio Christian Troy (Julian McMahon), sin embargo, se opone viéndolo como una auténtica perversión. ¿Logrará Diana salirse con la suya?
Lo cierto es que Deneuve se suma así a la lista de estrellas invitadas en esta temporada, que ya incluyó a Brooke Shields (como la sicóloga de Christian), Richard Chamberlain, Larry Hagman, Alanis Morissette y Jacqueline Bisset, que también aparecerá en este episodio de excepción. Su personaje es el de James, una mujer vinculada por un pasado promiscuo a la nueva novia de Christian; esta vez James intentará utilizar el quirófano de McNamara-Troy para su propio beneficio.
"Es hermosa al verla, es una mujer maravillosa y fue un privilegio, un honor estar a su lado. No nos la creíamos, pero aparte es chistosa, es exactamente como te imaginarías que es Catherine Deneuve", contó Roma Maffia (interpreta a la anestesióloga Liz Cruz) sobre la mujer que durante décadas prestó sus facciones a "Marianne", el símbolo de la República Francesa. A los 63 años, y con enorme sutileza a la hora de hacer retoques a su cara en la vida real, la actriz que se hizo famosa en el mundo con Los paraguas de Cherburgo, allá por el 64, y que se convirtió en un ícono con Tristana y Belle de jour junto a Luis Buñuel, la que casi ganó un Oscar por su actuación en Indochina, decidió hacer su primer trabajo para la televisión.
Los medios franceses, al enterarse de la actividad que encararía la estrella, temieron que le pasara lo mismo que a Jeanne Moreau años atrás, cuando dejó la grabación de un capítulo de ER por no soportar las condiciones de trabajo de la TV estadounidense. ¿La tratarán como la diva que es?, se preguntaban. Deneuve, sin embargo, no requirió tratamiento especial y encaró su rol (de pocos minutos, es cierto) con todo profesionalismo.
"Es la calidad de los guiones, y la complejidad de los personajes, lo que hace que tantos grandes actores quieran participar de la serie", explicó su creador, Ryan Murphy. Y el futuro no parece desmentirlo. Para la quinta temporada ya se menciona a Nicole Kidman, Sandra Bullock y Madonna como pacientes y/o amantes de estos médicos que habrán dejado Miami para mudarse a Los Angeles.
Algo, sin embargo, se puede adelantar. Después del salto al futuro (al 2026) que planteó esta ficción la semana pasada, llega otra sorpresa de la mano de la máxima diva del cine francés. Ella interpretará a la viuda de un cirujano plástico, quien llega a la clínica con un extraño pedido: ser sometida a un implante de siliconas en el busto... pero no cualquier implante. Dentro de las prótesis de siliconas deberán estar las cenizas del marido. La mujer asegura que así sentirá al difunto siempre cerca y logrará mitigar la pena. Pese a la singularidad del pedido, en un principio Sean McNamara (Dylan Walsh), sensibilizado por su reciente separación, se enternece por lo que considera una demostración de amor, y accede, involucrándose en un verdadero acercamiento con la futura paciente. Su socio Christian Troy (Julian McMahon), sin embargo, se opone viéndolo como una auténtica perversión. ¿Logrará Diana salirse con la suya?
Lo cierto es que Deneuve se suma así a la lista de estrellas invitadas en esta temporada, que ya incluyó a Brooke Shields (como la sicóloga de Christian), Richard Chamberlain, Larry Hagman, Alanis Morissette y Jacqueline Bisset, que también aparecerá en este episodio de excepción. Su personaje es el de James, una mujer vinculada por un pasado promiscuo a la nueva novia de Christian; esta vez James intentará utilizar el quirófano de McNamara-Troy para su propio beneficio.
"Es hermosa al verla, es una mujer maravillosa y fue un privilegio, un honor estar a su lado. No nos la creíamos, pero aparte es chistosa, es exactamente como te imaginarías que es Catherine Deneuve", contó Roma Maffia (interpreta a la anestesióloga Liz Cruz) sobre la mujer que durante décadas prestó sus facciones a "Marianne", el símbolo de la República Francesa. A los 63 años, y con enorme sutileza a la hora de hacer retoques a su cara en la vida real, la actriz que se hizo famosa en el mundo con Los paraguas de Cherburgo, allá por el 64, y que se convirtió en un ícono con Tristana y Belle de jour junto a Luis Buñuel, la que casi ganó un Oscar por su actuación en Indochina, decidió hacer su primer trabajo para la televisión.
Los medios franceses, al enterarse de la actividad que encararía la estrella, temieron que le pasara lo mismo que a Jeanne Moreau años atrás, cuando dejó la grabación de un capítulo de ER por no soportar las condiciones de trabajo de la TV estadounidense. ¿La tratarán como la diva que es?, se preguntaban. Deneuve, sin embargo, no requirió tratamiento especial y encaró su rol (de pocos minutos, es cierto) con todo profesionalismo.
"Es la calidad de los guiones, y la complejidad de los personajes, lo que hace que tantos grandes actores quieran participar de la serie", explicó su creador, Ryan Murphy. Y el futuro no parece desmentirlo. Para la quinta temporada ya se menciona a Nicole Kidman, Sandra Bullock y Madonna como pacientes y/o amantes de estos médicos que habrán dejado Miami para mudarse a Los Angeles.