28 junio 2007

Amy Winehouse... Salud!

Lo bueno del alcoholismo es que no te acuerdass de los desmanes que cometes. Lo malo es que no te acuerdas de cuándo conociste a Mick Jagger. Sí, es una adicción y arruina la salud, pero son detalles menores si estamos hablando de Amy Winehouse, la chica soul último modelo con toneladas de elogios encima y el aliento de Boris Yeltsin en vida. Si Tom Waits dijo que el único problema que tenía con la bebida era no encontrarla, Amy redobla la apuesta en tiempos de desintoxicación de celebridades y la hace hit, por eso canta Me quisieron llevar a rehabilitación y dije no, no, no en el tema Rehab.

Debería escuchar a sus salvadores, si no quiere terminar viendo la luz al final del pasillo a los veintitrés por amor por la botella. O por un hobbie, hacer(se) daño. Hace días incomodó a un periodista de la Spin cuando le contó cómo le demostró a Blake Fielder-Civil, su marido recién estrenado (mayo 18), cuánto lo amaba. "Agarré un pedazo de un espejo roto y me escribí 'Yo amo a Blake' en la panza cortándome". La incisión a lo Iggy Pop se la hizo en medio de una sesión de fotos, justo delante de fotógrafo. ¿Leíste, nena? Eso de comprarle un chocolatito "Dos corazones" a tu chico no se usa más...

The Sun dijo que, durante la entrevista con la Spin declaró: "No estoy en esto para ser un modelo a seguir. Escribo canciones porque estoy hecha mierda de la cabeza y necesito sacar algo bueno de lo malo". Antes había trascendido que iba a tatuarse las iniciales de Blake en una "zona íntima" y que había estado buscando un buen lugar donde tatuarse. Son el uno para el otro: él amenazó con cortarle la garganta a un tipo que la miraba; ella confesó que suele pegarle.

Pero lo de la violencia física viene de antes. Ella, a la Q: "Es algo divertido, una curiosidad morbosa. Te hablo de cuando tenía nueve años. '¿A ver cómo se siente? ¡Auch, duele!' Es, probablemente, lo peor que alguna vez hice". Es claro que lo dijo antes de tajearse el pellejo.

Podríamos hablar de cómo canta: "¡Es espectacular! Tiene una voz tremenda, es como Janis Joplin con una botella de Jack Daniels todo el tiempo", dijo Bruce Willis, acertadamente. Podríamos hablar de la cantidad de premios que ganó (Brit, MOJO, etc.). O de lo bueno (o no) que es su disco Back To Black. Podríamos, pero no. La suicide girl del neo soul siguió dando pistas claras de su comportamiento en el mismo número de la Q: "Me tomo una botella entera de champagne y ahí me pongo depresiva. Soy un poquitito autodestructiva cuando me emborracho". Autodestructiva y amnésica, aclaramos. Se acuerda que cantó (como pudo, después de pedir 24 botellas de champagne al hotel y aclararse la garganta con ron más tarde) un clásico de los Temptations junto con los Rolling Stones en la Isla de Wight el domingo 10 de junio. Lo que no se acuerda es que conoció a Mick Jagger horas antes del show. El stone le deseó buena suerte y estuvieron charlando. Ella, ni idea. Se lo tuvo que contar el padre.

Verán: la diplomacia se diluye en alcohol y a Jagger le cayó mal el episodio del que hablamos. Justamente, papá Winehouse le paró el carro a Jagger cuando éste empezó a bardearla: "No te hagas el vivo, trata bien a mi nena". No fue la única vez que pasó algo así: tampoco recuerda un encuentro con el rapper Jay-Z.

Prince planea una gira que comenzará el 1ø de agosto para presentar su álbum 3121 y para la cual invitó a Amy Winehouse a modo de telonera. Ya saben cuál será el próximo olvidado