El Festival de Cannes no sólo es la mayor plataforma de lanzamiento internacional con la que puede soñar cualquier artista sino que además parece haberse constituido en una suerte de amuleto de la buena suerte para las producciones animadas de la poderosa compañía hollywoodense DreamWorks.
Tras presentar en la competencia principal de 2001 y de 2004 las dos entregas de "Shrek", en mayo último la glamorosa muestra con sede en la Costa Azul francesa eligió a "Vecinos invasores" para que tuviera allí su première mundial, siempre dentro de la muestra oficial aunque esta vez fuera de la lucha por la Palma de Oro.
DreamWorks no desaprovechó semejante oportunidad. Hasta la playa de la Croisette llegaron los directores Tim Johnson y Karey Kirkpatrick; la productora Bonnie Arnold; el histórico líder de la compañía, Jeffrey Katzenberg; y algunas de las estrellas que prestaron sus voces a los encantadores animales que protagonizan la historia: Bruce Willis, William Shatner, Nick Nolte y Avril Lavigne. Del elenco central sólo no pudieron asistir a la cita Gary Shandling, Steve Carell y Thomas Haden Church.
La película narra las desventuras de RJ (Willis), un ambicioso y pícaro mapache que debe devolverle al oso Vincent (Nolte) toda la comida que le ha robado y que además ha perdido. Desesperado, RJ encuentra en una coqueta casona de los suburbios californianos el lugar ideal para recuperar esos artículos. Para ello, decide engañar a un grupo de inocentes y queribles animalitos que, con la llegada de la primavera, acaban de terminar su hibernación: la pragmática y conservadora tortuga Verne (Shandling), una ardilla hiperactiva llamada Hammy (Carell), la desprejuiciada zorrino Stella (Wanda Sykes), la zarigüeya Ozzie (Shatner) y su hija Heather (Lavigne), y una pareja de puercoespines (Catherine O Hara y Eugene Levy). Sus despiadados enemigos humanos, ubicados del otro lado de la cerca a la que alude el título original, serán la dueña de casa Gladys (Allison Janney) y un exterminador (Haden Church).
Basada en una popular tira cómica de historieta creada por Michael Fry y T. Lewis, "Vecinos invasores" -que ya recaudó en los cines norteamericanos más de 150 millones de dólares- fue codirigida por Tim Johnson ("Hormiguitaz") y por la debutante Karey Kirkpatrick (guionista de "Pollitos en Fuga y de "Jim y el durazno gigante").
Durante el encuentro con la prensa internacional Willis aseguró que "estamos viviendo una segunda época dorada dentro del mundo de la animación. Antes fueron los clásicos de Disney; ahora, es el tiempo de estas películas sumamente creativas en lo visual e inteligentes en sus guiones. «Vecinos invasores» está llena de gags y de vértigo para los más chicos, pero también de buenos diálogos y observaciones satíricas sobre el consumismo desenfrenado y los comportamientos humanos que los adultos sabrán disfrutar".
Al respecto, el multimillonario Katzenberg -fundador de DreamWorks junto con Steven Spielberg y David Geffen- indicó: "Lo más maravilloso de la animación generada por computadora es que las cosas evolucionan a la velocidad de la luz, o más rápido (risas). Cada vez, las herramientas disponibles son más poderosas, se pueden concebir universos más complejos, más sofisticados. Un artista hoy puede crear todo lo que desee. Ya no hay límites. La tecnología seguirá evolucionando todo lo que la imaginación del artista lo exija. Tras el boom de la animación en 2D dibujada a mano que se produjo a fines de los años 80 y principios de los 90, ya no hay dudas de que la animación computada se quedó con el trono".
Con respecto a los proyectos, informó que DreamWorks tiene un plan para producir dos películas de animación por año y que es muy probable que "Vecinos invasores" tenga su secuela. "La respuesta la tiene el público", admitió. Para la directora Kirkpatrick, "nadie puede negar el aporte que la animación recibe de las nuevas tecnologías, ni la presión que existe en un rubro de consumo familiar como éste, que facturó más de 6000 millones de dólares en los últimos diez años, pero siempre sostengo que, al final de cuentas, el éxito se reduce a un aspecto esencial: contar una buena historia, que sea efectiva y entretenida".
Experiencia compleja
Las voces de "Vecinos invasores" se grabaron de manera individual, en distintas ciudades. Casi no hubo contactos entre los actores que pusieron sus voces para dar vida a los personajes. "Yo estaba rodando «16 calles» y, en medio de las escenas de acción, tenía que ponerme en la piel de un mapache. Incluso, en primera instancia, yo creía que era un conejo. Estaba trabajando a ciegas, sin saber si lo mío era divertido o un fiasco. Nunca me sentí tan inseguro, pero el apoyo de los directores fue fundamental para comprender que iba por el buen camino. Sólo a los seis meses me sentí realmente confortable con el personaje. En total, fueron 18 meses de compleja elaboración y ahora puedo decir que el desafío valió la pena. Siento que RJ se acerca un poco a mis ídolos animados de la infancia, como El Coyote y El Correcaminos o Bugs Bunny. Siempre fui un seguidor del espíritu satírico y delirante de Tex Avery. Además, es el trabajo que más orgulloso ha dejado a mis hijos, que quieren compartirlo con sus compañeros de escuela".
En su primera experiencia "actoral", la cantante Avril Lavigne aseguró que "ha sido un honor debutar con este proyecto. Para mí, todo resultó muy divertido y natural, una nueva faceta en mi carrera artística. Lo único difícil era tener que dramatizar un golpe, una caída o una corrida sin poder moverme. Lo único que podía hacer era mover las manos y mi euforia hacía que tirara el micrófono de pie todo el tiempo".
Según el realizador Tim Johnson, "es un placer trabajar con actores tan profesionales y dúctiles como los que tuvimos en «Vecinos invasores». A mí no me preocupaba el supuesto ego de las estrellas porque ya había sintonizado muy bien nada menos que con Woody Allen, Sharon Stone, Sylvester Stallone y Anne Bancroft en «Hormiguitaz» y con Brad Pitt y Catherine Zeta-Jones en «Sinbad, la leyenda de los siete mares». Nosotros apostamos a la improvisación a la enorme capacidad creativa de estos actores, que aquí se permiten soltarse y dar rienda suelta a toda su expresividad".
Tras presentar en la competencia principal de 2001 y de 2004 las dos entregas de "Shrek", en mayo último la glamorosa muestra con sede en la Costa Azul francesa eligió a "Vecinos invasores" para que tuviera allí su première mundial, siempre dentro de la muestra oficial aunque esta vez fuera de la lucha por la Palma de Oro.
DreamWorks no desaprovechó semejante oportunidad. Hasta la playa de la Croisette llegaron los directores Tim Johnson y Karey Kirkpatrick; la productora Bonnie Arnold; el histórico líder de la compañía, Jeffrey Katzenberg; y algunas de las estrellas que prestaron sus voces a los encantadores animales que protagonizan la historia: Bruce Willis, William Shatner, Nick Nolte y Avril Lavigne. Del elenco central sólo no pudieron asistir a la cita Gary Shandling, Steve Carell y Thomas Haden Church.
La película narra las desventuras de RJ (Willis), un ambicioso y pícaro mapache que debe devolverle al oso Vincent (Nolte) toda la comida que le ha robado y que además ha perdido. Desesperado, RJ encuentra en una coqueta casona de los suburbios californianos el lugar ideal para recuperar esos artículos. Para ello, decide engañar a un grupo de inocentes y queribles animalitos que, con la llegada de la primavera, acaban de terminar su hibernación: la pragmática y conservadora tortuga Verne (Shandling), una ardilla hiperactiva llamada Hammy (Carell), la desprejuiciada zorrino Stella (Wanda Sykes), la zarigüeya Ozzie (Shatner) y su hija Heather (Lavigne), y una pareja de puercoespines (Catherine O Hara y Eugene Levy). Sus despiadados enemigos humanos, ubicados del otro lado de la cerca a la que alude el título original, serán la dueña de casa Gladys (Allison Janney) y un exterminador (Haden Church).
Basada en una popular tira cómica de historieta creada por Michael Fry y T. Lewis, "Vecinos invasores" -que ya recaudó en los cines norteamericanos más de 150 millones de dólares- fue codirigida por Tim Johnson ("Hormiguitaz") y por la debutante Karey Kirkpatrick (guionista de "Pollitos en Fuga y de "Jim y el durazno gigante").
Durante el encuentro con la prensa internacional Willis aseguró que "estamos viviendo una segunda época dorada dentro del mundo de la animación. Antes fueron los clásicos de Disney; ahora, es el tiempo de estas películas sumamente creativas en lo visual e inteligentes en sus guiones. «Vecinos invasores» está llena de gags y de vértigo para los más chicos, pero también de buenos diálogos y observaciones satíricas sobre el consumismo desenfrenado y los comportamientos humanos que los adultos sabrán disfrutar".
Al respecto, el multimillonario Katzenberg -fundador de DreamWorks junto con Steven Spielberg y David Geffen- indicó: "Lo más maravilloso de la animación generada por computadora es que las cosas evolucionan a la velocidad de la luz, o más rápido (risas). Cada vez, las herramientas disponibles son más poderosas, se pueden concebir universos más complejos, más sofisticados. Un artista hoy puede crear todo lo que desee. Ya no hay límites. La tecnología seguirá evolucionando todo lo que la imaginación del artista lo exija. Tras el boom de la animación en 2D dibujada a mano que se produjo a fines de los años 80 y principios de los 90, ya no hay dudas de que la animación computada se quedó con el trono".
Con respecto a los proyectos, informó que DreamWorks tiene un plan para producir dos películas de animación por año y que es muy probable que "Vecinos invasores" tenga su secuela. "La respuesta la tiene el público", admitió. Para la directora Kirkpatrick, "nadie puede negar el aporte que la animación recibe de las nuevas tecnologías, ni la presión que existe en un rubro de consumo familiar como éste, que facturó más de 6000 millones de dólares en los últimos diez años, pero siempre sostengo que, al final de cuentas, el éxito se reduce a un aspecto esencial: contar una buena historia, que sea efectiva y entretenida".
Experiencia compleja
Las voces de "Vecinos invasores" se grabaron de manera individual, en distintas ciudades. Casi no hubo contactos entre los actores que pusieron sus voces para dar vida a los personajes. "Yo estaba rodando «16 calles» y, en medio de las escenas de acción, tenía que ponerme en la piel de un mapache. Incluso, en primera instancia, yo creía que era un conejo. Estaba trabajando a ciegas, sin saber si lo mío era divertido o un fiasco. Nunca me sentí tan inseguro, pero el apoyo de los directores fue fundamental para comprender que iba por el buen camino. Sólo a los seis meses me sentí realmente confortable con el personaje. En total, fueron 18 meses de compleja elaboración y ahora puedo decir que el desafío valió la pena. Siento que RJ se acerca un poco a mis ídolos animados de la infancia, como El Coyote y El Correcaminos o Bugs Bunny. Siempre fui un seguidor del espíritu satírico y delirante de Tex Avery. Además, es el trabajo que más orgulloso ha dejado a mis hijos, que quieren compartirlo con sus compañeros de escuela".
En su primera experiencia "actoral", la cantante Avril Lavigne aseguró que "ha sido un honor debutar con este proyecto. Para mí, todo resultó muy divertido y natural, una nueva faceta en mi carrera artística. Lo único difícil era tener que dramatizar un golpe, una caída o una corrida sin poder moverme. Lo único que podía hacer era mover las manos y mi euforia hacía que tirara el micrófono de pie todo el tiempo".
Según el realizador Tim Johnson, "es un placer trabajar con actores tan profesionales y dúctiles como los que tuvimos en «Vecinos invasores». A mí no me preocupaba el supuesto ego de las estrellas porque ya había sintonizado muy bien nada menos que con Woody Allen, Sharon Stone, Sylvester Stallone y Anne Bancroft en «Hormiguitaz» y con Brad Pitt y Catherine Zeta-Jones en «Sinbad, la leyenda de los siete mares». Nosotros apostamos a la improvisación a la enorme capacidad creativa de estos actores, que aquí se permiten soltarse y dar rienda suelta a toda su expresividad".