Ahora el comediante inglés más desquiciado del último tiempo regresa con Bruno, su más reciente filme y donde prueba nuevos niveles de tolerancia humana ante sus constantes provocaciones. Su primer trailer acaba de ser subido a internet, y Cohen, travestido en un reportero de modas austríaco, gay y de pelo rubio teñido, las emprende contra sufridos paseantes, indigna a los asistentes a un programa de televisión, saca a una guagua negra de una caja en un aeropuerto -para espanto de los pasajeros- y recibe los maltratos de una prostituta sado -en cueros, por cierto-.
La cinta le supuso al actor inglés un nuevo estatus luego del éxito de Borat. Tal como en esta cinta, el personaje de Bruno se originó en uno de los segmentos de su programa Da Ali G Show, pero a diferencia de la modesta Borat, esta cinta le permitió a Cohen recibir 42 millones de dólares luego de una ardua negociación con Universal, quien se hizo con los derechos de exhibición. Además, el filme ya fue calificado para mayores de 17 años en EEUU, lo que prácticamente lo emparenta con la categoría de filme pornográfico.
Bruno, del que se sabía del rodaje por el escándalo que armó en un desfile de Agatha Ruiz de la Prada en Milán, donde interrumpió en la pasarela, fue detenido y llevado a una comisaría, se estrenará el 10 de julio en EEUU, justo en el peak de la temporada de verano, donde se lanzan los más taquilleros filmes del año.
La expectación es enorme, porque al parecer la osadía de Cohen/Bruno no conoce de límites, pero también para saber si esta cinta logrará los espléndidos resultados de taquilla de Borat, donde aparte de indignar a un país entero -Kazajastán- se embolsó la cantidad de 130 millones de dólares en taquilla para un presupuesto de "apenas" 18 millones. Como se sabe, reírse de la gente es un negocio redondo.