26 julio 2009

"Luz de Luna" : El encanto de lo clásico

Glenn Gordon Caron, que a mediados de los 80 era guionista de la serie policial "Con temple de acero" -aquella que lanzó a la fama a Pierce Brosnan-, pasó de la NBC a la ABC con la misión de replicar aquella exitosa dinámica de "chico y chica investigadores". En los detalles, los ejecutivos le dieron libertad. Lo que ellos seguramente no imaginaron era que Gordon crearía una de las mejores y más recordadas series de los '80 recurriendo, no a una fórmula vanguardista, sino a la mejor tradición del cine norteamericano clásico.

"Luz de luna" -que desde este mes exhibe TCM- revitalizó en televisión un género que en la pantalla grande había brillado cinco décadas antes: la " screwball comedy". Haciendo referencia a un movimiento de la pelota en el béisbol, el término alude a una mezcla de comedia de enredos, romance, farsa y diálogos ágiles. Todos elementos esculpidos entre los años '30 y '40 por maestros como Frank Capra, Ernst Lubitsch, Howard Hawks y que la serie ochentera explotó a la perfección.

Las aventuras de David Addison y Maddie Hayes -los muy diferentes socios de la agencia de detectives Blue Moon interpretados por Bruce Willis y Cybill Shepherd- cumplían con la fórmula. Ellos se odiaban y se amaban; continuamente se exasperaban, pero la tensión sexual era ineludible; investigaban casos a veces siniestros, pero la comedia los seguía a cada paso; se trasladaban a realidades paralelas, le hablaban a la cámara e incluso hacían referencia a que formaban parte de una serie de televisión (traspasar los límites de la ficción es una regla que muy pocos se han atrevido a romper).

La química de Willis y Shepherd era arrolladora, orgullosos herederos de duplas legendarias como Clark Gable y Claudette Colbert ("Sucedió una noche") o Katharine Hepburn y James Stewart ("Historia de Filadelfia").

Él se convirtió en estrella gracias a su rol de pillo conquistador, pero la verdadera grandeza estaba en el rol de Shepherd. Maddie Hayes era, totalmente, la representación de la llamada "mujer hawkiana", otro legado de Howard Hawks: una mujer fuerte, deslenguada y que, cuando importaba, podía pararse hombro a hombro ante un hombre.

Una de las definiciones de la " screwball comedy " hablaba de "comedia sexual, sin sexo". Así era la relación entre David y Maddie, insinuando, nunca concretando. De hecho, como suele suceder, una vez que la pareja concreta, los rating comienzan a descender. Les pasó a Fran Fine y Maxwell Sheffield de "The nanny"; les pasó a Fox Mulder y Dana Scully de "Los expedientes secretos X". También le pasó a esta pareja entrañable