17 noviembre 2007

Una épica prehistórica: La sorpresa que trae Hollywood

Roland Emmerich (52) ha hecho su carrera, y su fortuna también, poniendo a la humanidad en peligro; ya sea por el ataque de extraterrestres ("El día de la independencia"), un monstruo gigantesco ("Godzilla"), o hasta la propia naturaleza ("El día después de mañana"). Pero en su nueva película, el director realiza un salto enorme no al futuro, sino al pasado.

El título "10.000 A.C." no deja lugar a dudas. Está ambientada en la prehistoria americana, tuvo un presupuesto de US$ 75 millones y cuenta con la puesta en escena de una épica. Narra las aventuras de D'Leh (Steven Strait), un cazador de mamuts que debe liderar a su tribu cuando un poderoso enemigo pone en riesgo su vida. Este rival también secuestra al amor de su vida, Evolet (Camilla Belle), por lo que inicia una carrera para rescatarla y enfrenta a peligrosas criaturas, como a un violento tigre dientes de sable.

La cinta tiene estreno confirmado en EE.UU. para el 7 de marzo de 2008, luego de aplazarse en dos oportunidades. A nuestro país llegará probablemente ese mismo mes.

Emmerich y el compositor Harold Kloser se conocen desde hace más de una década. Sin embargo, la primera vez que Kloser compuso una partitura para el cineasta fue en "El día después de mañana" (2004). Durante la realización de ese filme nació entre ambos la idea para esta aventura prehistórica. Esa idea se transformó un guión, que fue afinado por el libretista John Orloff y que fue aceptada por Warner Bros.

En febrero de 2006, el elenco ya estaba cerrado: en los roles principales, rostros jóvenes y poco conocidos. Así, la mayor parte del presupuesto se fue a los efectos visuales en lugar de a las estrellas. La película comenzó a rodarse en abril de 2006 en Sudáfrica y Namibia, aunque la gran mayoría fue filmada en Nueva Zelandia. La posproducción tomó más de un año