THE WHITE STRIPES
No es exageración: Si no fuera por The White Stripes, el blues seguiría confinado a dudosas citas de tono geriátrico al sur de Estados Unidos o al "último" homenaje al género que se le ocurra a Eric Clapton. Originarios de Detroit, la ciudad del tecno, de Stooges y la escudería Motown, el grupo saltó a la fama a comienzos de década y en plena fiebre por el rock revisionista. Lo cierto es que hubiera bastado con su música para que se hiceran un espacio entre la nueva camada, pero un par de datos extramusicales ayudaron a cimentar su leyenda.
En una suerte de mito autocreado, Jack (29) y Meg White (30) se presentaron al mundo como una pareja de hermanos, aunque a poco andar la versión de que en realidad fueron matrimonio empezó a cobrar fuerza. La prensa musical británica se ocupó del tema y descubrió el certificado de la alianza (fines de 1996) y el del divorcio (mediados de 2000).
Hoy insisten en la versión fraternal, pero convertidos en una de las sociedades más famosas del rock actual. Cuatro discos publicados y un inminente nuevo registro (Get Behind Me Satan) previsto para el próximo 6 de junio alimentan la discografía de un grupo que puede tocar con The Rolling Stones, pero que rechaza una oferta de un millón de dólares por ser la cara oficial de la marca de ropa Gap.
Convicción, le llaman. Aunque no poco glamorosa. Jack White terminó en diciembre un noviazgo de dos años con la actriz Renee Zellwegger y ella decidió vender su mansión: le traía recuerdos del rockero.
