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De nada se habla más en estos días en el mundillo del espectáculo norteamericano que de la relación mediática entre Tom Cruise y su nueva novia actriz Katie Holmes. Y los premios MTV Movie Awards 2005 capitalizaron esto al máximo, logrando que Holmes le entregue a Cruise un premio honorífico y encima con cierta dosis de humor, en el mejor momento de la ceremonia que esta noche emitirá MTV a las 19.30.
En primera fila, atendidos como si estuvieran en la primera clase de un avión, con mozos pasando por sus mesas en las pausas de la televisación, se encontraban junto a Hoffman algunos actores famosos de Hollywood que mayormente fueron llamados para presentar premios, entre ellos Sandra Bullock, Samuel Jackson, Daryl Hannah, Vin Diesel, Hilary Swank y Nicole Kidman.
Unas horas antes, en las afueras del Shrine Auditorium de Los Angeles, más de 200 periodistas hacían fila a los costados de la alfombra roja con la expectativa morbosa de que Cruise se cruzara con su ex. Nada de eso ocurrió. Kidman pasó rápidamente escondiéndose detrás de sus publicistas, ganándose el abucheo de los fotógrafos apiñados en una tarima, mientras que Cruise llegó a última hora, entró al teatro por una entrada trasera, evitó sentarse a 9 butacas de Nicole quedándose en el camarín hasta que lo llamaron a escena y terminó retirándose del Shrine a bordo de su motocicleta, abrazado por su novia. Una aparición espectacular, aunque muchos en la industria se preguntan si tanta exhibición romántica no será estrategia publicitaria. A ella se la verá en la película Batman inicia y a él en la nueva de Spielberg, La guerra de los mundos. Holmes, una actriz de 26 años que creció con el póster de Cruise en la habitación, a tres meses de haberse puesto de novia acaba de convertirse a la cientología, la extraña religión que profesa casi con devoción el actor , sugiriendo que pronto habrá matrimonio. Ante las cámaras de la cadena musical, Holmes mostró en esta ocasión lo que viene enseñando en las últimas semanas en todos los programas importantes de TV: su fascinación por estar de novia con la estrella de cine que la trata como a una reina y le declara su amor públicamente .
"Estoy acá para entregar esta noche el primer premio Generación MTV a un artista extraordinario", dijo antes de recordar que su generación se enamoró de Cruise desde que lo vieron tocando la guitarra en calzoncillos en Negocios riesgosos y andando en moto a toda velocidad en Top Gun. "¿Voy a buscarlo?", preguntó cómplice, parodiando cuando hace unas semanas él la fue a buscar detrás de las cámaras en el programa de Oprah Winfrey. Tom salió enfundado en su campera de cuero, sonrió, canchereó, le agradeció a la audiencia por haberle permitido entretenerlos y se fue de la mano de su novia. Misión cumplida.
Mariah Carey y Foo Fighters fueron los otros animadores musicales de la noche, aunque los fans que ocupaban la parte más alta del teatro demostraron que estaban ahí no tanto por los artistas musicales de la cadena sino por el desfile de jóvenes actores. El casi desconocido Jon Heder, protagonista de Napoleon Dynamite, una película independiente que fue votada como la mejor de la noche, fue súper aplaudido hasta por sus pares. La popularísima Lindsay Lohan (Chicas pesadas) ganó un par de premios y casi no pudo hablar debido a los alaridos de sus fans. "Tengan cuidado con los paparazzi" dijo al agradecer. La actriz, que está por cumplir 19 años, acaba de ser chocada por uno de ellos, que la perseguía en Beverly Hills, iniciando serios debates ente la comunidad artística de Hollywood sobre el rol de estos fotógrafos y las leyes que los amparan.
Lohan, hubiera amado que Leonardo Di Caprio pasara a retirar su premio, pero el actor de El aviador envió su agradecimiento vía satélite desde Nueva York. En los momentos más audaces de la noche, el comediante Jimmy Fallon, encargado de conducir la entrega desde los recovecos de una escenografía espectacular, hizo bromas sobre el actor Christian Slater (encarcelado por un día acusado de haberle tocado la cola a una señorita en New York) y Eminem se refirió al trasero de Jessica Simpson, que sonrió incómoda desde su butaca V.I.P. La banda Foo Fighters cerró el show en reemplazo de Nine Inch Nails, ya que Trent Reznor se negó a tocar en la ceremonia cuando MTV no le dejó poner una gran foto de Bush como fondo de una canción de protesta. El canal no quería controversia. A diferencia de los que entrega en el terreno musical, estos premios se caracterizan más por su tremenda capacidad de convocatoria que por su seriedad. Nada más cool que una ceremonia llena de jóvenes y populares actores vestidos por Chanel, Gucci, Valentino, Dolce & Gabanna y Pucci. No por nada el grito más escuchado en la alfombra roja fue el de "¿Quién te vistió?"
A Sandra Bullock todavía la están criticando por haberse puesto una túnica hippie sobre unos jeans, acusada de haberse querido hacer la juvenil a los 40. Esas críticas no hicieron mella en Daryl Hannah y Quentin Tarantino, quienes desfilaron ante las cámaras vestidos de un sport desafiante y riéndose a carcajadas. Aunque el director, que terminaría perdiendo con Kill Bill 2 en la categoría Mejor película, demostró su agudeza al hacerle pasar un papelón a una periodista que le preguntó inocente y desinformada "¿A qué viene hoy a los premios?" Tarantino leyó el nombre de su credencial y la amenazó riendo con contarle a su jefe. Luego siguió su camino haciendo el signo de la paz.
