Kevin Bacon es "El hombre del Bosque"
Por lo general, los buenos guiones no caen del cielo. Y con menos frecuencia todavía son arrastrados por el mar hacia la playa. Sin embargo, a Kevin Bacon le tocó vivir esa situación casi extraordinaria con su nueva película, "El hombre del bosque", cuyo estreno en la Argentina se anuncia para pasado mañana.
"Estaba caminando por la playa de Willowbridge, en las Antillas Occidentales británicas, en la Nochebuena, y vi a un hombre que conozco sólo de vista. No forma parte de la industria fílmica, trabaja en bienes raíces por Filadelfia o algo parecido. Me saludó y me dijo: «Recibí este guión, me dijeron que invirtiera en él y que hay un actor involucrado». Eso fue todo. Me sugirió que le echara una mirada y le avisara si me parecía que podía ser una buena inversión", relató el actor.
"Normalmente no tomo un guión en esas condiciones. Uno no puede leer todo lo que le llega, porque se pasaría la vida leyendo guiones. Pero volví a casa el 3 de enero y allí estaba el guión. Lo tomé, lo leí y un torrente de emociones me inundó: cólera, disgusto, confusión e irritación conmigo mismo por sentir compasión. Supe enseguida que iba a ser mi próxima película", agregó.
Así, Bacon se convirtió en el protagonista y el coproductor ejecutivo de "El hombre del bosque", basado en una obra teatral de Steven Fletcher.
El actor encarna a Walter, un pedófilo que es liberado luego de pasar 12 años en la cárcel y lucha por reincorporarse a la sociedad. Encuentra empleo en un aserradero, procura romper el distanciamiento que mantuvo con su hermana y en ocasiones se encuentra para charlar con su cuñado (Benjamin Bratt), además inicia una relación con su compañera de trabajo Vickie (Kyra Sedgwick).
Walter está aislado y viviendo una fuerte tensión interior, que se acentúa cuando su oscuro pasado queda al descubierto en el lugar donde ahora trabaja, un policía local (Mos Def) lo detiene en ocasiones para interrogarlo y afronta la tentación cuando se hace amigo de una chica (Hanna Pikes). Tieso, torpe, con una voz tan baja que suena casi como un susurro e incapaz de ver a una persona directamente a los ojos, Walter no se parece al hombre que está sentado en el elegante hotel Regency, en Manhattan.
En la vida real, Kevin Bacon es un hombre vivaz, bien parecido e incapaz de ver a una persona directamente a los ojos... a menos que se quite los anteojos de sol. Lucha interior "Hay un elemento muy importante en mi personaje que tiene que ver con un sentido de vergüenza, una vergüenza que no está en la superficie. Todos hemos hecho cosas en la vida que nos avergonzaron. Así que, en mi caso, todo era cuestión de buscarlas. Yo sólo vi en el personaje la lucha de un hombre enfermo que lucha por sanarse. No me vi a mí mismo", describió.
Por lo general, la gente no se muestra dispuesta a perdonar rápidamente a un hombre que abusa de niños, lo cual planteó serios problemas tanto a Bacon como a "El hombre del bosque". Si bien costó apenas tres millones de dólares, una cifra muy barata para los estándares de Hollywood, se trata de un precio muy alto para una película que mucha gente quizá considere imposible de ver.
"Es difícil -admitió Bacon-. Creo que una de las tareas más arduas en este caso fue hacerle entender a la gente que no vería una película en donde les pasan cosas malas a los niños, porque eso sí es muy difícil de aceptar."
Bacon, que está casado con Sedgwick desde hace 16 años y tuvo con ella dos hijos -Travis, de 15, y Sosie, de 12- añadió que el público tendrá que juzgar a Walter por su cuenta. "No fue nuestra intención cuando hicimos la película que la gente dijera: «¡Oh, por favor, quieran a ese tipo, quiéranlo!».
En ese sentido, el film no es para nada manipulador. Visto desde una perspectiva técnica, no hay aquí ninguna música explícita en el momento en el que se supone que el espectador debería sentir algo. No tiene tampoco un final feliz ni se cierra bruscamente la puerta en la cara del protagonista ni se lo hace morir de una forma terrible, que es el modo en que el cine suele presentar a todo aquel que abusa de niños", agregó.
Para Bacon, la película sólo trata de narrar la historia de un hombre del modo más real posible. "Y, para mí, eso es lo más aterrador. Lo que aterra no es el delincuente sexual presentado como un monstruo, sino que se trata de un ser humano como nosotros. Uno jamás podría identificarlos en una habitación y resulta que están más cerca de lo que pensamos: en una escuela, en una iglesia o sentado al lado de nosotros en un medio de transporte. Eso es lo más aterrador", subrayó.
Los hijos de Bacon muy probablemente no recibirán permiso para ver "El hombre del bosque", al menos durante algún tiempo. El tema no sólo es demasiado maduro para ellos, sino que además presenta a sus padres en una escena sexual catártica, apasionada.
Bacon, que trabajó junto a Sedgwick en otros tres films, admite que la cuestión tiene ventajas y también inconvenientes. "Por un lado es magnífico, porque en el set uno tiene enfrente a una actriz fantástica. Además, cada uno cuida al otro -señaló-, pero en términos matrimoniales, compartir una película no es lo mejor. Lo que hemos descubierto con los años es que ella trabaja y yo me convierto en su sistema de apoyo. Y después yo trabajo y ella hace lo mismo. Pero cuando trabajamos en el mismo proyecto y al mismo tiempo es difícil para nosotros responder mutuamente como marido y mujer. En realidad tenemos que tomar unas vacaciones, una vez que el trabajo está hecho, para volver a ser un matrimonio." Con Bacon de vacaciones, tal vez su próximo guión vuelva a aparecer en una playa.
