11 junio 2005

CHRISTIAN BALE


Christian Bale se prepara para su papel de Batman Posted by Hello

Uno nunca puede estar demasiado seguro con el actor galés Christian Bale. Cuando lo vi por primera vez en octubre del año pasado en Londres, Bale estaba enfundado en la camisa negra y los pantalones oscuros que le habían comprado para el papel. Hoy todo es distinto. Su ropa ya no cae tan holgadamente en el cuerpo de este actor de 31 años. Su robusto cuerpo de 1.85m. de altura sufrió una transformación total. Pero hay otras cosas también. Su cabello se ve desgreñado y tiene barba, además de exhibir un acento Cockney que erróneamente presumo es el suyo.
Cuando lo volví a encontrar, en marzo pasado, su rostro era el mismo, pero es como si se lo hubiera alquilado a otra persona. Se ve tenso y musculoso. Lleva puesta una remera negra, su pelo está muy cortito y un suave bronceado hace brillar sus rasgos. Acaba de interpretar a un neurótico ex militar en The New World, de Terrence Malick. Con un ligero acento californiano que adorna los finales de sus frases, Bale frunce el ceño y asegura que tuvo dificultades últimamente para no sonar demasiado norteamericano.
"Batman inicia tardó diez meses en filmarse y para cuando dejé de trabajar en esta película, pasó un largo tiempo para que recuperara mi acento inglés. Tenía que esforzarme de hecho para lograrlo", revela. En el nuevo filme, Michael Caine es Alfred, el mayordomo, Morgan Freeman es quien lo ayuda con los gadgets y los malvados son interpretados por Liam Neeson, Tom Wilkinson y Cillian Murphy.
Hay algo poderosamente versátil, vago e imposible de definir en Christian Bale. Es conocido pero no tanto. Desde que apareció a los 13 años en Imperio del sol, de Steven Spielberg, coqueteó con una dosis mayor de reconocimiento pero no llegó a ser sumamente conocido. Hacia fines de los años '90, una sucesión de errores comerciales hicieron que no afianzara su fama. Todo esto no afectó a Bale, sin embargo. El se limitó a asumir sus papeles y a soportar que le forraran los dientes, que lo hicieran bajar de peso de forma insana y que lo forzaran a adoptar distintos acentos. Bale se limitaba a concentrarse, independientemente de si las películas se mantenían en cartel, o no.
Todo parece haber sido hecho tan a consciencia y con tanta integridad que uno se pregunta si el Patrick Bateman de Psicópata americano —yuppie de día, asesino de noche— no es una figura que se asemeja mucho, en realidad, al Bale de carne y hueso. En una de las primeras escenas, Bateman se saca una fina máscara de gelatina de la cara como si fuera su propia identidad. "Hay algo de Patrick Bateman, alguna suerte de abstracción. Pero no es mi yo real. Es nada más que una ilusión, algo imaginario. Y si bien puedo ocultar mi fría mirada y los demás pueden estrechar mi mano y sentir que son tocados por carne de verdad y pensar incluso que nuestros estilos de vida son comparables tal vez..., simplemente yo no estoy ahí.
Batman inicia narra el asesinato de los padres de Bruce Wayne en condiciones más variadas que antes y pasa revista a las consecuencias psicológicas que sufre el personaje mientras busca una nueva identidad. Se admite también lo absurdo que es que alguien decida pasar la mitad de su tiempo disfrazándose de mamífero volador.
Bale considera que el nuevo foco de la película, respetuoso, pretende enfatizar el lugar de Batman como "una mitología específicamente norteamericana".
Por estos días, la vida personal de Bale se encuentra estrictamente en estado de reserva absoluta, siguiendo la máxima actoral de que cuanto menos sepamos de él, más creíbles serán sus personajes. Bale vive en Los Angeles desde 1992. "Me siento bien dondequiera que me encuentre. Me siento muy cómodo aquí, yendo de un lado a otro. Me sentiría totalmente feliz si me quedara aquí durante un largo tiempo.
Bale dice no explotar ninguno de los detalles de su vida personal a la hora de interpretar un papel. En este sentido, es todo lo opuesto a un actor que sigue un método actoral. Como actor que es, sin entrenamiento formal, Bale dice no comprender la teoría.
Phil Hoad. THE OBSERVER