Dustin Hoffman y Anne Bancroft en una escena de The Graduate
"¿Te gustaría seducirme? ¿Es eso lo que estás tratando de decirme, Benjamin?". Provocadora, la señora Robinson se encargaba de estropear la velada al recién graduado Benjamin Braddock, muchacho a quien las indecisiones emocionales lo traicionan en El Graduado (1967). Particular reflejo de la década de la revolución sexual, el filme de Mike Nichols tuvo en el personaje de la señora Robinson al epítome de la mujer madura cansada de la rutina y en busca de nuevas sensaciones. Sin embargo, fue ante todo la gran caracterización de Anne Bancroft la que le dio suficiente hondura a un rol difícil de olvidar.
Una parte de aquel vigoroso cine estadounidense fraguado en las barricadas contestatarias de los años '60 murió anteayer junto con Bancroft. La actriz norteamericana falleció, a los 73 años, en el Centro Médico Mount Sinai de Nueva York. De acuerdo con lo informado por John Barlow, el portavoz de su marido -el conocido productor y actor Mel Brooks-, la causa de su deceso fue un cáncer uterino.
Hija de inmigrantes, Anne Bancroft nació el 17 de septiembre de 1931 en el Bronx: sus padres la bautizaron Anna Maria Louisa Italiano. Tras terminar la secundaria su madre la persuadió de entrar a la Academia de Artes Dramáticas de Nueva York. Llegó a Hollywood y, al principio, no tuvo gran éxito.
Distinta fue su suerte en Broadway, donde se consagró con dos obras de William Gibson. La segunda de ellas la lanzaría a la fama en el cine. En Ana de los Milagros (1962), dirigida por Arthur Penn, encarnó a Ann Sullivan, la sensible y abnegada profesora capaz de sacar de la oscuridad a Helen Keller (Patty Duke), una muchacha ciega y sorda.
Por este rol obtuvo el Oscar a la Mejor Actriz en 1963 -desplazando a Bette Davis y Katharine Hepburn, entre otras-, después de haber obtenido un Tony por el mismo papel en las representaciones teatrales de 1961, también dirigidas por Penn. Precisamente una de las mejores definiciones de la ágil expresividad histriónica de Anne Bancroft la entregó el director de Bonnie and Clyde, al decir que "suceden más cosas en el rostro de Anne Bancroft durante diez segundos que en las caras de la mayoría de las mujeres en 10 años".
Sin restar méritos a su Oscar por Ana de los Milagros y a sus premios Tony -el primero lo obtuvo por la obra Two for The Seesaw (1959)-, Anne Bancroft es recordada especialmente por El Graduado. A los 36 años, la actriz interpretó a un personaje que doblaba en edad a Benjamin Braddock (Dustin Hoffman), aunque el actor tenía apenas seis años menos que la intérprete.
Puestas aparte las participaciones en las cintas de su esposo -como La Ultima Locura de Mel Brooks (1976)-, las otras películas por las que Bancroft estuvo nominada al Oscar fueron The Pumpkin Eater (1964), con Henry Fonda; Momento de Decisión (1977), con Shirley MacLaine; y Agnes de Dios (1984), con Jane Fonda. Entre los filmes de los '80 merece también consideración Nunca Te Vi, Siempre Te Amé (1987), delicada obra donde interpreta a una escritora que entabla una relación afectiva por correspondencia con un librero inglés (Anthony Hopkins).
En una entrevista concedida en 1992 a The New York Times, la actriz se quejaba de los malos guiones de Hollywood, "incluso para alguien como Julia Roberts". Alejada progresivamente del cine, su última participación fue en la película animada Delgo (2005), donde prestó voz al personaje de Sedessa. El filme está en post-producción y debería estrenarse en el transcurso del año.