Jonathan Rhys Meyers protagonista de "Match Point"
Woody Allen ha vuelto a sorprender, aunque sólo sea por el cambio de estilo, de música y de set que ofrece en "Match Point", un largometraje sobre el azar que hoy se presentó fuera de concurso en el Festival de Cine de Cannes.
Por primera vez en mucho tiempo, Allen no ofrece esa película que casi todos esperan. Esta vez, el director neoyorquino se ha dejado seducir por el acento británico y se ha marchado a Londres (aunque en la decisión también fue determinante que la BBC aportase parte de la financiación) para rodar un drama con tintes de thriller sobre un joven (Jonathan Rhys Meyers), sus aspiraciones sociales y las terribles consecuencias de su ambición.
En la primera película que el realizador hace por completo fuera de su Nueva York natal, aunque no la primera que cuenta con actores de las islas, Rhys Jones ("Velvet Goldmine") da vida a un profesor de tenis de gente adinerada cuyos planes se ven trastocados por la aparición de una americana irresistible: Scarlett Johansson ("Lost in Translation").
La actriz neoyorquina dijo sobre su personaje: "No creo que ella sea precisamente una 'femme fatale'. Creo que es una chica sexy que intenta sobrevivir como puede".
"Match Point" (Bola de partido), que tiene un buen arranque y un mejor final, se ha llevado los primeros aplausos de la crítica en Cannes. Según uno de los periodistas londinenses acreditados en el certamen francés, Allen ha sabido captar la esencia de la acartonada clase alta británica sin recurrir a la parodia fácil. Además, deja que el azar resuelva un crimen que habría sido un caso de manual para los policías de "CSI".
El realizador, que por segunda vez consecutiva no actúa, sino sólo dirige (tras firmar el guión), abandona el jazz que le ha acompañado en sus trabajos precedentes e introduce la ópera aportando un elemento trágico más a la historia que, en el fondo, hace un guiño a las películas de uno de los maestros británicos Alfred Hitchcock.
En rueda de prensa y acompañado por el triángulo principal de Actores (Johansson, Rhys Jones y Emily Mortimer), Allen, que en diciembre cumplirá los 70, fue preguntado por el cinismo de los delitos que no se pagan. "No creo que sea cínico, creo que tengo una perspectiva real", dijo. "Hay una gran cantidad gigantesca de crímenes todos los días que quedan impunes. No creo que tenga un punto de vista cínico, sino una perspectiva certera", continuó.
Al respecto, uno de los personajes asegura en "Match Point" que a veces se sacrifica a inocentes por causas mayores y los compara con los "daños colaterales".
Allen precisó en la rueda de prensa que él opina todo lo contrario. "Creo que hay muchas víctimas inocentes que han sido sacrificadas por 'una verdad suprema', 'por la humanidad' y creo que es una verdad terrible. La gente actúa así por sus problemas psicológicos personales, por sus ansias de poder sin tener en cuenta la parte de los efectos brutales en los inocentes".
Con estas declaraciones, Allen, sin mencionar nombres ni conflictos, puso un acento político a una jornada que en la competición oficial se ha visto marcada por la guerra en Irak.
Las dos películas presentadas a concurso "Bashing", del japonés Masahiro Kobayashi, y "Kilometre Zero" del kurdo iraquí Hiner Salem, abordan diferentes momentos del conflicto en Irak.
Pero regresando a Allen, parece que la química entre el neoyorquino y su paisana Johansson funciona. La actriz se ha comprometido con la próxima película del artífice de "Annie Hall", "Bullets over Broadway" o "Hannah y sus hermanas", que comenzará a rodarse el 28 de junio en Londres.
Woody Allen continúa su "romance" con Londres, donde según confesó, disfruta de las temperaturas veraniegas más bajas que en Nueva York y del cielo gris. "Es perfecto para mí", dijo.
Otra de las razones importantes para abandonar su querida Nueva York es que la BBC volverá a participar económicamente en el proyecto. Allen explicó que en Estados Unidos los grandes estudios han dejado de ser bancos, quieren participar e intervenir en el largometraje. "Nunca he trabajado así. No dejo que lean los guiones ni hablo con ellos del casting. Ellos me dan el dinero y meses más tarde yo les entrego la película", señaló.
Del próximo proyecto, tan sólo adelantó que contará con Johansson, de quien ha dicho que es "muy, muy sexy, tocada por Dios" y, además, se siente afortunado porque ella está interesada en el aspecto creativo, no en la remuneración.