Jean-Pierre y Luc Dardenne ganadores del último festival de Cannes
A juzgar por los premios que concedió el gran jurado de esta 58 edición del Festival de Cannes, podemos deducir, lo primero, que su presidente, Emir Kusturica, no pimpló la noche anterior y, ya después, que tuvieron afortunadamente peso en las decisiones las presencias de Javier Bardem, Salma Hayek, Toni Morrison y los demás miembros del jurado, pues entre todos confeccionaron un Palmarés razonable.
Tal vez le sobre algo de oro a la Palma conseguida por los hermanos Dardenne y su película «L´enfant», pero no le puede negar que tiene fuerza y personalidad y que aborda con firmeza pero también con ternura el día a día calamitoso de una pareja joven y su desafortunado hijo; es una estampa viva de gente torcida y sin maldad, abocada al hundimiento, perdedores congénitos, pero a pesar de ello, y sin procurarle falsas coartadas a la historia, la afectuosa cámara de los hermanos Dardenne le procura un ligero rastro de luz al final de ese túnel.
Es una buena Palma de Oro, aunque había al menos otras tres o cuatro en esa misma situación.
A una de las posibles Palmas de Oro, la magnífica película de Jim Jarmusch «Broken Flowers», le concedieron el Gran Premio del Jurado, que también es un pedazo de galardón. Bill Murray tiene mucha parte del mérito de lo que es esa película, aunque no se lo reconocieran explícitamente concediéndole a él el premio de interpretación, que recayó en Tommy Lee Jones, en lo que parece ser, en realidad, una broma que le gastan sus amigos del jurado. Se explica: Tommy Lee Jones es un actor reconocido que da el salto mortal a la dirección; hace una magnífica película titulada «Los tres entierros de Melquíades Estrada», la trae a la competición del Festival y... premian muy justamente el guión del mexicano Guillermo Arriaga y premian también su actuación, como diciéndole: «qué gran actor eres, Tommy Lee Jones, pero...» Con franqueza, estaba muy bien la actuación de Lee Jones, pero, puestos a premiar sólo una, era más complicada, sufrida y cambiante la del joven Barry Pepper, que lleva el peso físico y psicológico de la trama hasta niveles muy altos.
A otra de las posibles Palmas de Oro, «Oculto», la aderezaron con el reconocimiento a su director, Michael Haneke, quien ya ha ganado otros premios aquí, pero no el gordo; en cambio, los hermanos Dardenne sí que habían ganado la Palma en 1999 por «Rosetta». La película de Haneke era una de las favoritas de la crítica (de hecho, sí ha ganado el premio Fipresci que otorga la crítica internacional) y tal vez se le haya quedado algo corto lo de «mejor dirección».
Aunque siempre es una suerte sacar algo, lo que sea, de Cannes, tal y como están en el mundo -salvo en el editorial- los precios del kilo de premio.No tuvieron tanta suerte, en cambio, otras posibles Palmas de Oro, como la película de Cronenberg, «Una historia de violencia», que podría haber aspirado a cualquier cosa, incluidas las interpretaciones de Maria Bello y Viggo Mortensen, ni tampoco las de Lars von Trier o Wim Wenders («Manderley» y «Don´t come knocking»), a los que han saltado con el mismo desdén con el que saltaría un tigre sobre un plato de lechuga. Y un largo, largo silencio alrededor de Hou Hsiao Hsien: la delicadeza de «Tres tiempos», su poética película, le debió de dar alipori al rudo Kusturica.
El premio de interpretación femenina también puede tener su guiño: lo ganó Hanna Laslo por su simpático personaje en «Free Zone», del israelí Amos Gitai... Si recuerdan, la película reunía en un mismo coche o trama a tres personajes femeninos: una judía, una palestina y una estadounidense (que interpretaba Natalie Portman), y no sólo el personaje de la judía tuvo la mejor actriz, la ayer reconocida Hanna Laslo, sino que también ocurrió lo contrario, que esta actriz tuvo en sus manos el mejor personaje.
El último de los galardones con más o menos peso, también llamado «del Jurado», lo ganó la película china «Shangai Dreams». Bueno, se puede soportar perfectamente que le den un premio, pero no el volver a verla.
Y esto empezaba con un par de deducciones lógicas a la vista del Palmarés. Falta la última de ellas: cuando uno coincide tan de pleno con un jurado de Festival internacional es que ha de replantearse muy seriamente lo de seguir en activo.