Pasión desmedida entre Otto y Ana
Una de mis películas predilectas es "Los Amantes del Círculo Polar" (España – 1998) de Julio Medem, una secreta historia de amor contada por cada uno de sus protagonistas, Ana y Otto, desde que tienen ocho años hasta los veinticinco. La historia se inicia a principio de los ochenta, a la salida de un colegio, cuando dos niños echan a correr por distintos motivos... Desde esa tarde las vidas de Ana y Otto se trenzarán en un mismo círculo, que comenzará a cerrarse diecisiete años más tarde, en Finlandia, en el mismo borde del Círculo Polar.
En su cuarta película, Julio Medem, nos muestra una historia de un amor que está tan cerca que es irreal. Los alternativos puntos de vista que narran la historia hacen de esta película un verdadero ejercicio de virtuosismo cinematográfico donde todos los elementos confluyen hacia la tragedia de amor más intensa relatada en el cine español en los últimos años.
El ritmo de la película se construye a partir de una colección interminable de casualidades sin explicación, efectos sin causa, que se convierten pronto en algo tan cotidiano que en lugar de rechazar la casualidad, la deseamos con todas nuestras fuerzas. La coincidencia interviene en los destinos de los personajes dirigiendo sus realidades mientras ellos son conscientes de ello, se sienten especiales, e incluso llegan, como el personaje de Ana, a vivir esperando su gran coincidencia, la gran casualidad de su vida, una convergencia de acontecimientos tal que eclipse la miríada de coincidencias que durante su vida ha experimentado.
El elenco de "Los amantes del Círculo Polar" es formidable, empezando por el camaleónico Fele Martinez (Otto) y la misteriosa Nawja Nimri (Ana). Los personajes secundarios también están muy bien destacando Marú Valdivieso como la madre de Ana y Nancho Novo como Alvaro.
Medem escogió a su hijo Perú, para que haga el papel de Otto en la niñez, y en realidad no lo hace nada mal.
Hay que destacar también los tonos azulados y fríos constituyen una manifiesta contraposición con el amor ardiente que une a la pareja de amantes, y crea toda una atmósfera de vacío entorno a ellos para los cuales no existe nada más que la presencia del otro.
Se dice que Medem introdujo muchísimas referencias autobiográficas que trasladó a las vidas de los personajes. Esta honda implicación en la historia y su terrible final condujeron a Medem a un estado total de depresión y angustia existencial.
Por tal motivo, no hay razón para no dejar de ver este filme, que ya se ha convertido en un clásico dentro de la filmografía ibérica.
