Paul McCartney fue protagonista de LIVE 8
Evidentemente les pareció que la causa lo ameritaba: despertar la conciencia de las naciones más poderosas para combatir la pobreza en Africa. Fue así que la reunión de todos los integrantes de Pink Floyd, después de 24 años de la separación del grupo, resultó —musicalmente hablando— uno de los hitos de Live 8, el combo de 10 megarecitales realizados simultáneamente el sábado en sendas capitales del mundo.
El alegato político musical organizado por Bob Geldof —a quien el periódico británico The Sun ya candidatea al Premio Nobel de la Paz— se ubicó como el mayor acontecimiento musical de la historia. Y no sólo por convocar un millón y medio de espectadores y 5.500 millones de telespectadores. Debido a su apabullante reunión de artistas, Live 8 resultó un intenso y fugaz compendio de la historia del rock y el pop de los últimos 40 años.
Al parecer, los principales blancos del mensaje global, los líderes del G8, acusaron recibo. A un día de la reunión en el hotel Gleneagles de Escocia, realizaron promesas de cambio en su política con respecto a Africa.
Londres, Tokio, Filadelfia, Berlín, París, Moscú, Roma, Toronto, Johannesburgo y y la ciudad inglesa de Cornwal fueron los escenarios elegidos. Pero el del Hyde Park de Londres se ubicó como epicentro. Fue allí que 200 mil espectadores se emocionaron al ver a la mítica banda Pink Floyd reunida.
Todo comenzó con Bono (ideólogo del encuentro), y Paul Mc Cartney cantando a dúo Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band. Y siguió con los U2 en una breve pero intensa actuación. Madonna arrasó con un coro de gospel y una impresionante versión de Like a prayer. También actuaron Sting, R.E.M., Robbie Williams, Mariah Carey. Y hubo más dúos: Elton John y Pete Doherty (The Libertines), Dido y Yossou N'Dour y George Michael y Paul McCartney.
En lo que fue la anteúltima presentación de la noche (el cierre estuvo a cargo de Paul McCartney), David Gilmour y Roger Waters pusieron fin a más de dos décadas de distanciamiento. La banda comenzó su performance con Breath, tema en el que Gilmour demostró que el tiempo no alteró su voz. Luego vinieron los clásicos Money y Wish you were here, en el que Waters acompañó a Gilmour, mostrando algunas deficiencias vocales que no opacaron la actuación de la banda ni la emoción del público.
Mientras, los habitantes de otras latitudes disfrutaban de otras voces: Björk en Tokio, Pet Shop Boys en Moscú, Deep Purple en Toronto, Duran Duran en Roma y Shakira en París. Todos, reunidos, bajo una misma consigna: "Pasar la pobreza a la historia".
