Michelle Williams (28) tiene una nominación al Oscar, la adulación de los directores y un asombroso currículum. Sus inicios fueron en la serie adolescente "Dawson's Creek" y en cine ha demostrado tener un don para las comedias y los dramas: su rol más memorable fue el de Alma en "Secreto en la montaña", con el que obtuvo su nominación. Muchas veces se ha arriesgado con filmes independientes y ha llamado la atención de autores como Todd Haynes y Martin Scorsese.
Pero Williams se convirtió en un personaje público más bien por su relación con Heath Ledger, con quien tuvo una hija, Matilda. Ya separados, la atención se intensificó después de la muerte de él en enero pasado.
La actriz reconoce, en esta su primera entrevista desde la muerte de Ledger, que ha podido superar esta etapa gracias al trabajo: ha filmado cuatro películas seguidas, entre ellas "Synecdoche, New York" con Philip Seymour Hoffman.
"He pensado mucho en lo que demuestras cuando crees que nadie te mira, cuando te sientes completamente invisible. Que es muy distinto a lo que a mí me ocurre. No es que no tenga mi lado interno, pero me siento observada todo el tiempo", explica.
En los últimos meses se le ha vinculado sentimentalmente con el productor Spike Jonze, lo que ha aumentado el interés periodístico: "Es tan surrealista. ¿Cómo es ésta mi vida? ¿Cuándo se fue de control?", se pregunta la actriz. A pesar de estar en su mejor momento profesional, Williams no se aprovechará de ello y se tomará un año sabático: "Creo que dejé de sentirme creativa hace un tiempo y estoy recién dándome cuenta de ello", explica. Sus últimos papeles, en "Incendiary" y "Shooter island", han sido dramas, por eso quiere dar un giro: "Cuando vuelva a trabajar debiera hacer una comedia".
Pero Williams se convirtió en un personaje público más bien por su relación con Heath Ledger, con quien tuvo una hija, Matilda. Ya separados, la atención se intensificó después de la muerte de él en enero pasado.
La actriz reconoce, en esta su primera entrevista desde la muerte de Ledger, que ha podido superar esta etapa gracias al trabajo: ha filmado cuatro películas seguidas, entre ellas "Synecdoche, New York" con Philip Seymour Hoffman.
"He pensado mucho en lo que demuestras cuando crees que nadie te mira, cuando te sientes completamente invisible. Que es muy distinto a lo que a mí me ocurre. No es que no tenga mi lado interno, pero me siento observada todo el tiempo", explica.
En los últimos meses se le ha vinculado sentimentalmente con el productor Spike Jonze, lo que ha aumentado el interés periodístico: "Es tan surrealista. ¿Cómo es ésta mi vida? ¿Cuándo se fue de control?", se pregunta la actriz. A pesar de estar en su mejor momento profesional, Williams no se aprovechará de ello y se tomará un año sabático: "Creo que dejé de sentirme creativa hace un tiempo y estoy recién dándome cuenta de ello", explica. Sus últimos papeles, en "Incendiary" y "Shooter island", han sido dramas, por eso quiere dar un giro: "Cuando vuelva a trabajar debiera hacer una comedia".