En medio de una ofensiva publicitaria, Australia saca a la luz este martes la película más cara de su historia esperando que su título, "Australia", atraiga a inversores extranjeros para reavivar la industria del cine y para atraer al turismo.Definida como una mezcla entre Africa mía y Lo que el viento se llevó, la romántica historia de tres horas de duración entre las estrellas Nicole Kidman y Hugh Jackman, reportará a Century Fox la cantidad de 130 millones de dólares.
"Australia" es la historia de una aristócrata inglesa que viaja al pequeño continente durante la Segunda Guerra Mundial y se une a un pastor australiano y a un joven aborigen para guiar un rebaño de ganado a través del sensacional y escabroso paisaje australiano.
Geoff Brown, director ejecutivo de la Asociación australiana de Productores Cinematográticos, dijo esperar que esta última película de Baz Luhrman sirviera de anzuelo para inversores y cinéfilos tras una época muy gris.
"Esta es una película de verdad y filmada con el estilo de la década de los 40. Simplemente no hemos tenido la oportunidad de mostrar nuestras armas a esta escala antes", explicó Brown.
"Esta película es la herramienta de marketing perfecta. Es una película australiana de principio a fin, con un reparto, un equipo, unos efectos especiales, iluminación e incluso un director australianos, y la vemos como una llamada al mundo", agregó.
La delegación de turismo de Sídney se ha gastado 50 millones de dólares en la campaña publicitaria y promociones ligadas a la película, para convertir la isla en un destino atractivo ahora que la crisis afecta también al turismo, así como hizo "Cocodrilo Dundee" en los años 80.
La campaña recibió su mayor aliciente la semana pasada cuando Oprah Winfrey, la influyente presentadora de televisión estadounidense, la calificó como "la mejor película que he visto en mucho, mucho, mucho tiempo".
En tanto, los observadores de la industria cinematográfica local no parecían convencidos tras ver a Luhrman correr para acabar la ambiciosa película, lo que llevó a discusiones por su duración y su final.
El Sunday Morning Herald escribía: "O va a ser vista como la mayor proeza australiana o como la locura más cara".
Pero la industria local espera que "Australia" devuelva al país a su posición en Hollywood como un buen set de rodaje y con talento para hacer películas de alto nivel.