Michael Douglas y Eva Longoria tienen más cosas en común que ser los protagonistas de El centinela, el thriller de Clark Johnson. Los dos tienen explicaciones para dar luego de ciertas declaraciones públicas que hicieron recientemente.En la revista GQ, Douglas criticó a Brad Pitt por el escandalete entre Jennifer Aniston y Angelina Jolie. Y en la misma nota habló mal de Julia Roberts y Renee Zellweger por sus breves matrimonios con Lyle Lovett y Kenny Chesney, respectivamente.
Por su parte, Longoria, que encarna a Gabrielle Solis en la serie Amas de casa desesperadas, habló de su relación con el basquetbolista Tony Parker en una entrevista que dio a Allure."La entrevista estuvo bien —dice Longoria—. Les dije que yo era una mujer de 31 años, casada y divorciada, y que Tony tiene 23 y sólo tuvo una relación larga. Pero luego la prensa amarilla reacomodó las frases de manera tal que sonaba como si yo hubiera dicho que Tony no tenía experriencia sexual y yo le daba lecciones. Tony sabe la verdad y eso es lo único que me importa.
"En cambio, Douglas, de 61 años, negó públicamente haber hecho esas declaraciones y, dice, "me disculpé profusamente" con las celebridades mencionadas. "Estuve 20 horas con la periodista. Luego la llamé y le pedí que me pasara la grabación donde yo había hecho esos comentarios y me dijo que justo en esos momentos había apagado el grabador. La prensa tiene la presión de ser provocativa y entonces ponen estas frases y las envían a los medios un mes antes de que salga la revista para levantar las ventas."De hecho, Douglas está pensando en no dar más entrevistas gráficas, "o grabarlas". El actor, su esposa Catherine Zeta-Jones, y sus dos hijos (Dylan, de cinco años, y Carys, de tres), viven en las Islas Bermudas. "Es maravilloso para los chicos crecer sin paparazzi alrededor", dice.
Esa tecnología espía de la cual se quejan muchas celebridades tiene un rol central en El centinela, donde Douglas encarna a un agente del Servicio Secreto que descubre una trama para asesinar al presidente de los Estados Unidos. Kiefer Sutherland (que filmó la película entre temporadas de la serie 24) es un amigo que se convierte en rival. Longoria es una agente novata y Kim Basinger es la Primera Dama, quien tiene sus propios secretos.
"Trabajar con Kim es un sueño hecho realidad —dice Douglas, quien también produjo el filme—. Ella había sido nuestra primera elección para Bajos instintos, pero venía de hacer Nueve semanas y media y no quería convertirse en el estereotipo de la actriz de películas eróticas." La mención de Bajos instintos obliga a preguntarle a Douglas si vio la secuela. "No, no la vi, pero leí las críticas —dice—. Tengo mucho respeto por Sharon y le deseo lo mejor para ella".
Mucho comentaron que Longoria, que creció en un rancho cerca de Corpus Christi, Texas, era la que mejor manejaba armas. "Practiqué mucho con mi papá —explica—. Le tiraba a latas, botellas, cualquier cosa que explotara. Me encantaba el ruido. De chica, era el patito feo de mi familia. Era morena y mis tres hermanas eran rubias y hermosas. Se burlaban de mí y me decían que me habían cambiado al nacer. Ahora, cada vez que salgo en la tapa de una revista, se las mando."Longoria admite que se esforzó por conseguir el papel de la dura agente Jill Marin porque es muy diferente al de Gabrielle. "Antes de que todo el mundo crea que yo soy igual a Gabrielle quería mostrar otra faceta. De hecho, soy más parecida a Jill que a Gabrielle..."