Desde el final de "Seinfeld", emitido en nuestro país de forma simultánea con los Estados Unidos gracias al interés creciente con el que se seguía la serie en el cable, que la TV norteamericana no programaba un acontecimiento así. Hoy, a las 20.30, Sony emitirá en directo -en inglés, sin subtítulos-, el comienzo de la última temporada de "Will & Grace" al mismo tiempo que en los Estados Unidos, para preservar la gracia de la idea: un episodio en vivo para comenzar a cerrar su historia, en la temporada final de esta serie sobre los dos mejores amigos del título, una diseñadora de interiores enamoradiza y algo torpe (Debra Messing) y un abogado pulcro y neurótico (Eric McCormack).
"Will & Grace" no es la primera ni única serie que ha vuelto al vivo mucho después de que la ficción televisiva pudo abandonarlo como método de producción. Desde hace una década, series como "ER" o "Chicago Hope" han realizado episodios en vivo como forma de demostrar su maestría técnica (se utilizan cuatro cámaras para filmarla) y atraer la atención de un público dividido entre las decenas de novedades que ofrece el comienzo de temporada de la TV de ese país. Aunque, por supuesto, lo que ocurre en ese episodio en vivo se mantiene en total secreto, se sabe que este capítulo estreno retomará la acción donde la dejó el capítulo doble que cerró la temporada anterior (que se verá a las 19).
Allí, Grace intentaba vencer la tentación de comenzar un romance con un hombre casado (Eric Stoltz) y Will trataba de explicarle a la millonaria Karen Walker (Megan Mullally), su mejor cliente y peor amiga, que su marido Stan -a quien nunca se ha visto en ocho años de la serie- no ha muerto. Alec Baldwin, la más reciente incorporación a una comedia que ha hecho historia por la cantidad y frecuencia con la que contrata a actores invitados (desde Madonna y Jennifer Lopez hasta Gene Wilder y Sydney Pollack), volverá a interpretar al nuevo jefe de Will, Malcolm, papel por el que fue nominado al premio Emmy al mejor actor invitado en una comedia, estatuilla que se llevó Bobby Canavale, uno de los cuatro nominados que tuvo la serie en esa categoría.
Se sabe, además, que dada la enorme diferencia horaria entre la costa este y oeste de los Estados Unidos, el episodio de "Will & Grace" no será uno sino dos: interpretado dos veces por su elenco, con guiones ligeramente distintos según el público al que va dirigido. Una audiencia que hace valer su tiempo cada vez más.
"Will & Grace" no es la primera ni única serie que ha vuelto al vivo mucho después de que la ficción televisiva pudo abandonarlo como método de producción. Desde hace una década, series como "ER" o "Chicago Hope" han realizado episodios en vivo como forma de demostrar su maestría técnica (se utilizan cuatro cámaras para filmarla) y atraer la atención de un público dividido entre las decenas de novedades que ofrece el comienzo de temporada de la TV de ese país. Aunque, por supuesto, lo que ocurre en ese episodio en vivo se mantiene en total secreto, se sabe que este capítulo estreno retomará la acción donde la dejó el capítulo doble que cerró la temporada anterior (que se verá a las 19).
Allí, Grace intentaba vencer la tentación de comenzar un romance con un hombre casado (Eric Stoltz) y Will trataba de explicarle a la millonaria Karen Walker (Megan Mullally), su mejor cliente y peor amiga, que su marido Stan -a quien nunca se ha visto en ocho años de la serie- no ha muerto. Alec Baldwin, la más reciente incorporación a una comedia que ha hecho historia por la cantidad y frecuencia con la que contrata a actores invitados (desde Madonna y Jennifer Lopez hasta Gene Wilder y Sydney Pollack), volverá a interpretar al nuevo jefe de Will, Malcolm, papel por el que fue nominado al premio Emmy al mejor actor invitado en una comedia, estatuilla que se llevó Bobby Canavale, uno de los cuatro nominados que tuvo la serie en esa categoría.
Se sabe, además, que dada la enorme diferencia horaria entre la costa este y oeste de los Estados Unidos, el episodio de "Will & Grace" no será uno sino dos: interpretado dos veces por su elenco, con guiones ligeramente distintos según el público al que va dirigido. Una audiencia que hace valer su tiempo cada vez más.