Según la propia Madonna, el material de su nuevo disco, Confessions On A Dancefloor, está fuertemente influido por la música disco de la década del setenta, especialmente por artistas como Abba y el genio de los sintetizadores Giorgio Moroder. De hecho, algunas críticas se refieren a lo nuevo de la ex chica material como "Abba en éxtasis". Incluso la tapa del álbum, diseñada por Steven Klein y Giovannin Bianco, está a tono con este concepto retro setentista. El videoclip del primer corte, la canción Hang Up (que sale a la venta e incluye un sample Gimme Gimme Gimme, del cuarteto sueco) se rodará en Londres y será dirigido por el fotógrafo David LaChapelle. Madonna asegura que, además de las citas a la música del afro y los pantalones patas de elefante, hay otras cosas que "pueden ser el futuro de la música de baile".
Confessions on a Dancefloor sale a la venta el 14 de noviembre y fue producido por Stuart Price, el dúo de productores y compositores suecos Bloodshy & Avant y Mirwais Ahmadzai, quien ya trabajó con Madonna en los CDs Music y American Life. Según trascendió, otro de los invitados estrella del álbum es el inquieto Andre 3000, de Outkast.