"Angeles con mandíbula de hierro" es el curioso nombre en español de la película original de HBO que se estrena hoy (a las 21), Iron Jawed Angels, en alusión al mote que recibió un grupo de mujeres que a comienzos del siglo XX, en los Estados Unidos, se empecinó en conseguir el voto femenino a través de una enmienda a la Constitución.
Se trata de un docudrama histórico para TV dirigido por la cineasta alemana Katia von Garnier y protagonizado por actrices de primera línea: Hilary Swank (Million Dollar Baby), Anjelica Huston (recibió un Globo de Oro como mejor actriz de reparto por su actuación en la película) y Julia Ormond (Sabrina).
El filme —una superproducción en cuanto a elenco, decorados, vestuario y escenografía— reconstruye de manera lineal y con una estética ágil y moderna la lucha de estas mujeres lideradas por Alice Paul (Swank), que con marchas, protestas y manifestaciones defendieron durante años (entre 1912 y 1920) su derecho al sufragio y a ser consideradas ciudadanas de su país, con el amenazante contexto de la Primera Guerra Mundial como telón de fondo. Y hace hincapié —tal vez demasiado enfáticamente— en su tenacidad para hacerse oír, desde las primeras manifestaciones, pacíficas y espontáneas, hasta los tormentos que debieron padecer en prisión —donde la protagonista se mantuvo en huelga de hambre y fue obligada a comer a través de métodos sangrientos— cuando trataron de silenciarlas por la fuerza.
El mayor mérito de la película es haber fijado su atención en un tema clave pero muy poco visitado por el cine histórico americano, que, sin embargo, no ha escamoteado recursos a la hora de reconstruir, por ejemplo, las luchas de los afroamericanos por conquistar sus derechos o las de los pioneros y conquistadores
Se trata de un docudrama histórico para TV dirigido por la cineasta alemana Katia von Garnier y protagonizado por actrices de primera línea: Hilary Swank (Million Dollar Baby), Anjelica Huston (recibió un Globo de Oro como mejor actriz de reparto por su actuación en la película) y Julia Ormond (Sabrina).
El filme —una superproducción en cuanto a elenco, decorados, vestuario y escenografía— reconstruye de manera lineal y con una estética ágil y moderna la lucha de estas mujeres lideradas por Alice Paul (Swank), que con marchas, protestas y manifestaciones defendieron durante años (entre 1912 y 1920) su derecho al sufragio y a ser consideradas ciudadanas de su país, con el amenazante contexto de la Primera Guerra Mundial como telón de fondo. Y hace hincapié —tal vez demasiado enfáticamente— en su tenacidad para hacerse oír, desde las primeras manifestaciones, pacíficas y espontáneas, hasta los tormentos que debieron padecer en prisión —donde la protagonista se mantuvo en huelga de hambre y fue obligada a comer a través de métodos sangrientos— cuando trataron de silenciarlas por la fuerza.
El mayor mérito de la película es haber fijado su atención en un tema clave pero muy poco visitado por el cine histórico americano, que, sin embargo, no ha escamoteado recursos a la hora de reconstruir, por ejemplo, las luchas de los afroamericanos por conquistar sus derechos o las de los pioneros y conquistadores