02 setiembre 2005

DEAR WENDY

Los daneses Lars Von Trier ('Los idiotas') y Thomas Vinterberg ('Celebración'), principales creadores del movimiento Dogma, surgido en su país en 1995, han unido sus fuerzas en 'Dear Wendy', un drama juvenil escrito por el primero y dirigido por el segundo. Es otra fábula política de Von Trier sobre la sociedad estadounidense, en la misma línea de su Dogville, pero con el enfoque realista de Vinterberg.

«La verdad es que no podemos ser más distintos», reconoce el director refiriéndose a Von Trier. «Él ve el mundo desde esa perspectiva casi divina. Sus personajes son como piezas de ajedrez que mueve por un tablero. A mí, en cambio, me preocupa la vida cotidiana. Sólo soy un ser humano confuso, intimidado y emotivo que miro mis películas a través de los ojos de los actores. Por eso me pareció una gran idea intentar trabajar con él cuando me dijo: "Creo que le puedes dar vida a esto"».

«Esto» era el guión de 'Dear Wendy'. La historia de Dick, un joven marginal que vive en un pueblo minero perdido en el Medio Oeste de Estados Unidos. De modo inesperado se topa con un revólver y queda fascinado por él, a pesar de sus convicciones pacifistas. El título de la película procede de que decide bautizar el arma con el nombre de Wendy. A partir de ahí, ésta se convertirá en el eje alrededor del que va a girar su vida, además de su vía de integración social.

Como cualquier adolescente, desea ser aceptado y gracias a la pistola logra atraer a otros inadaptados como él. Juntos crean el club de Los Dandies. Cada uno se hace con un arma, la bautiza con nombre propio y aprende sobre ella todo lo que hace falta saber. La primera regla es la de no sacar jamás la artillería en público, pero una cosa son las intenciones y otra distinta los hechos, y más en casos extremos.

«Hay en la historia una alegoría política indiscutible sobre el antagonismo entre el hombre de acción y el de ideas», reconoce Vinterberg. «Pero, dejando a un lado ese fondo tan de Lars von Trier, yo percibí también, aunque escondida, una referencia al desaliento de ser joven. Al esfuerzo por rechazar la parte más gris y anodina de la vida, por evitar ser un perdedor. Por eso rebajé la edad de los personajes de treinteañeros, en el original, a adolescentes en la película».

El reparto lo integra un puñado de valores en ciernes, con el inglés Jamie Bell a la cabeza. Su salto a la fama con 'Billy Elliot', personaje por el que ganó el premio Bafta al Mejor Actor, fue el inicio de lo que parece que será una gran carrera. Después de participar en la nueva versión de 'King Kong', rueda, en estos momentos, 'Flags of Our Fathers', dirigido por Clint Eastwood. Le secunda en 'Dear Wendy' Bill Pullman, el sheriff del pueblo.

El alejamiento de Lars Von Trier, el director danés de más peso desde los tiempos de Dreyer, y de Thomas Vinterberg de los principios del Dogma, resumidos en un decálogo de obligaciones y prohibiciones al rodar (incluida la de no sacar armas en pantalla), cuestiona el futuro del movimiento; por más que se sigan haciendo filmes de ese estilo, en sitios cada vez más lejanos de Dinamarca.

«Para mí, y creo que también para Lars», concluye Vinterberg, «Dogma nació en 1995 y poco después, en 1998, con el éxito en Cannes (donde ganó el Premio del Jurado con 'Celebración'), murió para nosotros».

Las últimas películas de Von Trier ('Dogville' y 'Manderlay', su continuación, aún por estrenar) y de Vinterberg ('It’s All About Love', ) no son Dogma. En el caso de 'Dear Wendy', por ejemplo, la música (prohibida por el decálogo salvo que sonara de modo natural en la escena), del grupo The Zombies, juega un papel importante. Siguen fieles, en cambio, a la fotografía de Anthony Dod Mantle, inglés afincado en Dinamarca, colaborador habitual de ambos.