30 abril 2007

PUDOR

En una escena de Las vírgenes suicidas, un médico inquiere a una niña con las venas abiertas: "¿Qué haces aquí? ¡Aún no puedes saber lo mala que es la vida!". "Se nota que nunca ha sido una chica de 13 años, doctor", responde la cría. Tampoco de un muchacho de ocho, un adulto de 42 o incluso un jubilado de 66, podrían haber añadido al peruano Santiago Roncagliolo y los hermanos españoles Ulloa, escritor y adaptadores de Pudor, demoledor drama de personajes unidos por el dolor.

Tremendamente ambiciosa, la historia abarca un muy amplio arco de edades y estados de ánimo, además de tocar multitud de temas sociales de actualidad (de la homosexualidad a la anorexia pasando por la soledad y el sexo furtivo), pero de todos ellos sale airosa con convicción a pesar de rondar peligrosamente el tremendismo. En cuanto a la puesta en escena, el análisis de la interminable cuesta arriba en la que a veces se convierte la vida está filmado por los directores debutantes con una modernidad no exenta de elegancia: para entendernos, más cercana a Paul Thomas Anderson y a Michael Mann que al habitual cine social europeo

La vida en rosa.. la vida de Edith Piaf

No hay menos de media docena de momentos en esta película capaces de desmoronar un bunker, y en todos ellos aparece la figura menuda, maltrecha, nerviosa y al tiempo arrasadora de Edith Piaf en un escenario, o de la actriz que la interpreta, Marion Cotillard, tan por completo distinta que se ha debido de poner en manos de un taxidermista para clavar física y emocionalmente al personaje. La película que firma Olivier Dahan es un riguroso biopic (¿se puede ser ambas cosas?) sobre la estrella de la canción, cuya vida, en absoluto y por lo que se cuenta, no fue una vida rosa.

Dahan escoge un estilo pomposo y una estructura rota para acercarnos al melodrama y tragedia vital de Edith Piaf. El espinazo de la narración lo forman tres momentos cruciales de su vida: la niñez, la vejez y su irrupción en el estrellato, y sobre esa columna se enredan otros tiempos y circunstancias, entran personajes y se solapan y mezclan detalles y anécdotas de su vida.

Es una película a la que hay que irse acostumbrando, a medida que transcurre (afortunada o desafortunadamente te da tiempo de sobra para ello), del mismo modo que hay que irse acostumbrado a las formas y fondos del personaje, una Edith Piaf antipática pero entrañable, espesa pero genial, frágil pero durísima, esperpéntica y digna, toxicómana y con una fuerza de voluntad inquebrantable, romántica y perversa..., una artista en la cumbre y arrugada, a la que milagrosamente llena sin rebosar la espléndida Marion Cotillard, de ojos saltones (sin tenerlos) y de brazos ensarmentados y rígidos. Hasta tal punto es brillante su encarnación de la mujer y de la cantante que se echan a faltar más interpretaciones, más actuaciones ante el público (que debieran de ser los momentos más comprometidos con la verosimilitud y que son, de largo, los mejores de la película). O casi los mejores, porque habría que subrayar un pasaje, un instante, absolutamente genial y que se debe exclusivamente al modo que tiene el director de retratarlo: La muerte en accidente de aviación del boxeador marroquí Marcel Cerdán, el gran amor de su vida, está contada en la película de un modo abrumadoramente poético, hasta tal punto estilizado que el propio espectador duda de ella, de ellas (de la muerte y de Edith Piaf)... Todo el tramo del desenlace pretende alcanzar similar grado de inspiración lírica, pero con relativo éxito.

"La vie en rose" tiene varios elementos que hacen de ella una buena película, pero sólo dos que la hacer realmente especial: la voz de Piaff y el trabajo de Cotillard

29 abril 2007

La Vida de los otros

La intromisión en las vidas ajenas, para peor, por parte de funcionarios del Estado, es uno de los muchos temas que aborda esta gran realización, que llamativamente es la opera prima del alemán Florian Henckel von Donnersmarck. La confianza, el deseo, la amistad, el temor de ser abandonado, la utopía, la libertad, la presión de un gobierno y la creación artística son otros más.

La Stasi era la policía secreta de Alemania Oriental, antes de la caída del Muro en Berlín. Gerd Wiesler (un impecable Ulrich Mühe) se gana la vida desconfiando de ajenos. Escucha, observa, vigila, espía. Le encomiendan un caso. Uno más para entretenerse entre su vida chata, un caso para dosificar su existencia abúlica, y entre su encuentro con una prostituta, que ni siquiera consigue arrancarle una sonrisa. Wiesler no sonríe en ninguna toma de los 137 minutos que dura La vida de los otros.

Debe instalar micrófonos en el departamento de un "héroe" artístico, un autor teatral leal al régimen, pero a quien alguien quiere investigar. Pronto se sabrá el por qué: su novia, actriz, es amante de un jerarca. Wiesler hace su trabajo con frialdad —como Harry Caul, el personaje de Gene Hackman en La conversación—, hasta que escucha algo que lo descoloca.

Desde ese momento, el espía podrá cambiar el devenir de los vigilados —y de otros—, ocultando datos en el informe que debe subir a su ¿amigo?, ex compañero de estudios, hoy convertido en figura política en el ámbito de Cultura.

La vida de los otros tiene un ascetismo que linda con lo dramático. A Wiesler uno lo mira con mala cara desde la primera escena, ya que Georg Dreyman y Christa-Maria Sieland son los buenos de la película, los rebeldes —sobre todo él— en un mundo de opresión.

Florian Henckel von Donnersmarck acierta en muchos aspectos. Uno, fundamental, es en no dar más información que la necesaria para conocer a los personajes. Otro, mostrar una Berlín del Este desierta en sus calles, de día y de noche, lo que acrecienta la sensación de opresión, ostracismo.

Ulrich Mühe y Sebastian Koch, ambos de Amén, de Costa-Gavras, logran que el espectador sufra a cada instante. Si ambas actuaciones son soberbias, la del espía sobresale. Casi no gesticula, pero lejos de ser un robot, Mühe expresa sus sentimientos contrariados de manera vibrante, en este filme imprescindible, por sus implicancias y sus múltiples miradas sobre lo peor de la condición humana. Impresionante

"Disturbia" lidera una vez más la taquilla en EEUU

La película de suspenso de Peeping Tom "Disturbia" prosiguió liderando la taquilla de los cines de Estados Unidos y Canadá por tercer fin de semana consecutivo, de acuerdo con estadísticas preliminares de la industria difundidas el domingo.

La cinta recaudó 9,1 millones de dólares.

El negocio de las películas pareció estar a la espera del lanzamiento de "Spider-Man 3", que comienza esta semana. Las 12 películas más vistas sólo embolsaron 62,9 millones de dólares, un 30% menos que con respecto al mismo fin de semana de l año anterior, cuando "RV" fue la preferida del público con ingresos de 16,4 millones de dólares.

"Disturbia", protagonizada por Shia LaBeouf, recaudó 52,2 millones de dólares después de tres fines de semanas en las salas, según las cifras difundidas.

La cinta de suspenso "The Invisible", por su parte, fue la más vista entre los estrenos y le siguió a "Disturbia" entre las preferidas del público, con ingresos de 7,6 millones de dólares.

"Next", con Nicolas Cage, se ubicó en el tercer lugar, con una recaudación de 7,2 millones de dólares.

A continuación la venta estimada de boletos entre el viernes y el domingo en las salas de cine de Estados Unidos y Canadá, de acuerdo con Media By Numbers LLC. Las estadísticas definitivas serán difundidas el lunes.

1. "Disturbia", 9,1 millones.

2. "The Invisible", 7,6 millones.

3. "Next", 7,2 millones.

4. "Fracture", 7,1 millones.

5. "Blades of Glory", 5,2 millones.

6. "Meet the Robinsons", 4,84 millones.

7. "Hot Fuzz", 4,8 millones.

8. "Vacancy", 4,2 millones.

9. "The Condemned", 4 millones.

10. "Are We Done Yet?", 3,4 millones

28 abril 2007

El Hombre Araña vuelve más sufrido y repleto de villanos

Parecen cuatro películas en una. Dicen que "El hombre araña 3", que debuta el jueves 3 de mayo, será la última película de la saga que dirigirá Sam Raimi, ya que se concentraría en la adaptación de "El hobbit". Por eso el director parece que quiso poner lo más posible para despedirse en grande. En sus 140 minutos, el protagonista no sólo se enfrenta a un enemigo: esta vez tiene tres. Además, la película nos muestra sus penurias amorosas, las de su novia y hasta un peligroso, aunque momentáneo, salto del héroe al lado oscuro.

La cinta parte con Peter Parker como nunca lo habíamos visto: feliz a más no poder. Su relación con la actriz Mary Jane Watson (Kirsten Dunst) está mejor que nunca, a punto de proponerle matrimonio; y a su alter ego, el Hombre Araña, Nueva York lo adora con locura. Pero a su alrededor las cosas no marchan tan bien. Una extraña sustancia extraterrestre acaba de aterrizar en un parque de diversiones y, sin querer, Parker se la ha llevado a su casa.

Además, su ex amigo, Harry Osborn (James Franco), sigue culpándolo por la muerte de su padre (el Duende Verde de la primera parte). Pero esta vez se arma de tecnológicos artefactos para luchar con el superhéroe a muerte. En la primera lucha de la película, Harry queda mal herido y de la experiencia sale amnésico, sin recordar la dolorosa tragedia que lo separó de Parker. Como si fuera poco, Mary Jane acaba de fracasar en Broadway y no encuentra en su novio la comprensión que busca. Por eso, comienza a sentirse atraída, tal como en la primera parte, por Harry.

A poco avanzar, en la película aparecen villanos más peligrosos. Sandman (Thomas Haden Church), un preso que se acaba de fugar de la cárcel y que esconde un doloroso secreto. La mala suerte lo lleva a ubicarse al centro de un experimento científico que lo convierte en un ser de arena con el que comenzará a asaltar bancos. Los problemas aumentan cuando el Hombre Araña lo comienza a perseguir por razones personales: a Peter Parker le informan que Sandman sería el verdadero asesino de su tío Ben (Cliff Robertson).

También está Eddie Borck, un petulante fotógrafo que quiere robarle el trabajo a Peter y que luego será la víctima de la sustancia extraterrestre que saca a la luz lo peor de las personas. Así se transforma en Venom, y su único objetivo será la muerte del Hombre Araña.

Aquella sustancia también afectará al protagonista. En ese momento, Parker se transforma en un ser insoportable, comienza a vestir de negro y a comportarse como un conquistador que incluso seduce a otra mujer para dar celos a Mary Jane. Pero las consecuencias son funestas.

27 abril 2007

Nicole Kidman quiere saber como casarse con un millonario

Son pocas las actrices que se atreverían a ser comparadas con el máximo sex symbol de Holly-wood. Nicole Kidman es una de ellas. La australiana es la primera confirmada para el remake de "Cómo casarse con un millonario", la comedia romántica de 1953 que hasta hoy es recordada como uno de los principales créditos en la carrera de Marilyn Monroe y una de sus principales catapultas hacia la inmortalidad.

Kidman también producirá el filme. Será con su compañía, Blossom Films. Aunque oficialmente no está confirmado que ése será su rol, todo indica que interpretará a la despistada Pola Debevoise, el mismo que tuvo Monroe en la cinta.

Todavía no hay fecha de inicio para la producción, y 20th Century Fox tiene una difícil tarea por delante para escoger a las otras dos protagonistas de la historia. Sí se sabe que la adaptación del guión estará a cargo de Sacha Gervasi, quien trabajó junto a Steven Spielberg en "La terminal".

Los detalles de la trama se mantienen en reserva, aunque se sabe que el filme estará ambientado en la época actual y que la historia será revisada y "mejorada" considerablemente, apartándose en varios aspectos de su original.

La original

"Cómo casarse con un millonario" cuenta la historia de tres mujeres, Pola (Monroe), Shatze (Bacall) y Loco (Grable), que están decididas a vivir con lujos. Por eso, optan por buscar maridos con dinero a como dé lugar. Y aunque cada una tiene a su prospecto ideal, el destino les pone por delante a otros pretendientes, que, sin necesariamente tener una gran cuenta en el banco, les ofrecen la posibilidad de un amor verdadero.

20 abril 2007

Cannes celebra 60 años de cine

Una impresionante selección anunció ayer el Festival de Cannes para festejar su 60» edición, que se realizará entre el 16 y el 27 de mayo. La apertura estará a cargo de My Blueberry Nights , primer largometraje del chino Wong Kar-wai rodado en inglés, que narra el viaje de una solitaria mujer (la cantante Norah Jones, en su debut actoral) por los Estados Unidos. Jude Law, Tim Roth, Natalie Portman y Ed Harris completan el elenco de este film que estará entre los 22 títulos que lucharán por la Palma de Oro.

También en la competencia oficial aparecen el bosnio Emir Kusturica (con Promise Me This ), el mexicano Carlos Reygadas ( Luz silenciosa ), la japonesa Naomi Kawase ( The Mourning Forest ), el alemán Fatih Akin ( The Edge of Heaven ), los coreanos Lee Chang-Dong ( Secret Sunshine ) y Kim Ki-duk ( Breath ), el ruso Alexander Sokurov ( Alexandra ) y el húngaro Béla Tarr ( The Man From London ).

La participación local estará en manos de Catherine Breillat ( Une vieille maîtresse ), Christophe Honoré ( Les chansons d amour , musical con Louis Garrel y Ludivine Sagnier), Raphaël Nadjari ( Tehilim ) y la dupla Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud con el film de animación en blanco y negro Persepolis . También se rodó en Francia con actores y producción de ese país The Diving Bell and The Butterfly , del neoyorquino Julian Schnabel.

La mayor representación será la norteamericana, que incluye los nuevos trabajos del provocativo Gus van Sant ( Paranoid Park ); los hermanos Coen ( No Country for Old Men , con Tommy Lee Jones y Woody Harrelson); David Fincher ( Zodiac , sobre un asesino serial que aterrorizó a San Francisco en las décadas de 1960 y 1970); James Gray ( We Own the Night , thriller con Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg y Robert Duvall ), y Quentin Tarantino (una versión reeditada del film de terror Death Proof ).

Fuera de competencia se exhibirán el documental Sicko , de Michael Moore; A Mighty Heart , de Michael Winterbottom, con Angelina Jolie, y Ahora son 13 , de Steven Soderbergh. Entre las proyecciones de medianoche figuran Go Go Tales , de Abel Ferrara, y Boarding Gate , de Olivier Assayas; entre las presentaciones especiales, The War , miniserie de 15 horas dirigida por Lynn Novick and Ken Burns; He Fengming , del documentalista chino Wang Bing, y Retour en Normandie , del francés Nicolas Philibert.

El jurado oficial estará presidido por Stephen Frears e integrado también por Maggie Cheung, Toni Collette, Maria de Medeiros, Sarah Polley, Marco Bellocchio, Orhan Pamuk, Michel Piccoli y Abderrahmane Sissako; el de cortos y Cinéfondation estará encabezado por Jia Zhang-ke y el de Un Certain Regard, por Pascale Ferran.

En Un Certain Regard, la segunda sección oficial, aparecen los nuevos trabajos del norteamericano Harmony Korine, el italiano Daniele Luchetti, el español Jaime Rosales y los franceses Barbet Schroeder y Valeria Bruni-Tedeschi.

Los tributos serán a Jane Birkin Claude Lelouch, Ermanno Olmi, Volker Schlöndorff y a Henry Fonda (a cargo de su hija Jane) mientras que la Lección de Cine estará a cargo de Martin Scorsese.